Aunque suena lógico pensar que para correr rápido es necesario entrenar rápido, los entrenamientos de velocidad no son tan habituales como deberían. Los beneficios de la velocidad, de correr a ritmos rápidos, impactan de lleno en tu rendimiento y en la marca que podrás conseguir en la próxima competición. Además, hay grandes beneficios para la salud de la velocidad, y todo lo que esta te aporta.
No obstante, además de los beneficios de trabajar la velocidad corriendo, es cierto que hay ciertos inconvenientes a considerar, por lo que gana mucha importancia conocer en su totalidad este tipo de entrenamiento.
¿A qué llamamos entrenamiento de velocidad?
Es fácil pensar que un entrenamiento de velocidad aquel en el que se corre muy rápido, pero no siempre que se correr rápido es asi. Puedes estropear un entrenamiento a ritmo lento si corres demasiado rápido y no por ello lo estás convirtiendo en un entrenamiento de velocidad.
Mientras que en un rodaje a ritmo lento el trabajo es completamente aeróbico, en los entrenamientos de velocidad estás corriendo dentro del umbral anaeróbico, ya sea parte o la totalidad del entrenamientos.
Son entrenamientos muy exigentes e intensos que no se alargan en el tiempo, ya que se corre a ritmos insostenibles por mucho tiempo.
Los entrenamientos de velocidad más conocidos son las series, pero también los cambios de ritmo y las rectas te ayudarán a mejorar la velocidad corriendo.
Entrenamiento de series
Si quieres lograr los beneficios de la velocidad el entrenamiento de series es indispensable.
Las series son un tipo de entrenamiento que consiste en correr una determinada distancia, varias veces, guardando un tiempo de descanso entre estas. El ritmo es alto, generalmente dentro del umbral anaeróbico.
Normalmente son bloques fijos como 4×600, con 3 minutos de recuperación, aunque existen variantes como las series en escalera, ascendente o descendentes.
Aunque para conseguir los beneficios de la velocidad tendrás que hacer series, no siempre se trabaja la velocidad pura en estas sesiones, especialmente en las series largas donde se busca mantener un ritmo alto durante un periodo de tiempo más prolongado.
Cambios de ritmo o fartleks
Aunque no es un entrenamiento anaeróbico, es importante destacar a los cambios de ritmo, o fartleks, como uno de los mejores ejercicios para mejorar la velocidad.
Normalmente se hace por tiempo y, como ejemplo, podría ser 5 cambios de 2 minutos rápidos y 1 minuto lento. Aunque la estructura puede parecer similar a las series, tiene grandes diferencias que te explicamos en el siguiente vídeo.
En los cambios de ritmo se trata de buscar correr lo más rápido posible en los minutos rápidos teniendo en cuenta que en los minutos lentos el ritmo no debe ser de trote si no de un rodaje normal, por la cual cosa cuando toque correr rápido tienes que regular muy bien el ritmo para terminar bien el entrenamiento.
Rectas
Las rectas son entrenamientos rápidos y con los que debes focalizar tu atención de una manera muy minuciosa. Suelen ser de entre 60 y 100 metros de distancia, y en ella se trata de correr lo más rápido que puedas sin estropear tu técnica de carrera.
Aquí se trata de correr como en una competición, ya que son pocos metros en los que deberás dar casi tu nivel máximo para poder beneficiarte del entrenamiento de velocidad.
Estas rectas también las puedes hacer con un pequeño desnivel.
Beneficios de correr rápido para el cuerpo
Hay varios beneficios para la salud de la velocidad, si esta la aplicas adecuadamente.
Mejora de la técnica de carrera
Uno de los beneficios de la velocidad es que si la añades semanalmente conseguirás mejorar tu técnica de carrera. Esto tiene implicaciones directas en tu rendimiento corriendo, pues a mejor técnica de carrera conseguirás gastar menos energía, impactar contra el suelo de una manera menos lesiva y correr mucho más rápido.
Lo beneficios de la velocidad para tu salud son grandes si mejoras la técnica, pues tu probabilidad de lesión se reducirá considerablemente.
Mayor quema de calorías
Tu cuerpo notará muy rápido los beneficios del entrenamiento de velocidad en cuanto a la quema de calorías se refiere.
Durante el entrenamiento de velocidad agotas tus reservas de carbohidratos y quemas un alto número de calorías, lo que repercute en el medio plazo a perder peso.
A más larga sea la sesión y el ritmo también sea intenso, el efecto de la quema de calorías es mayor.
Aceleras el metabolismo basal, y quemas más calorías durante el día
El metabolismo basal, que es la cantidad de energía que consume tu cuerpo por el simple hecho de estar vivo, se ve aumentado después de un entrenamiento de velocidad, y esto es una gran noticia para tu cuerpo.
Las 48 horas posteriores a un entrenamiento de velocidad tu cuerpo consume más calorías que si no hubieras entrenado, por lo que haciendo lo mismo después de entrenar quemarás más calorías.
Es uno de los beneficios para la salud de la velocidad mejor valorados por los corredores.
Fortaleces tu corazón
Cuando haces un entrenamiento de velocidad tus pulsaciones se disparan casi al máximo, haciendo que el corazón se esfuerce a niveles altos.
El corazón es un órgano muscular y, como está formado de músculos cardíaco, se puede entrenar para que sea más resistente.
Con el tiempo, al hacer este tipo de sesiones, tu corazón se fortalecerá considerablemente, mejorando tu rendimiento a velocidades altas y previniendo enfermedades cardíacas.
Controlas el estrés
Correr a velocidades altas conlleva hacerlo con toda tu energía y la mente puesta en los que estás haciendo. Si sufres de estrés o ansiedad, cuando hagas unas series rápidas te desharás de estas sensaciones de manera muy rápida.
¿Por qué no debes correr siempre rápido?
Aunque sean muchos los beneficios de la velocidad para la salud, y para tu rendimiento deportivo, no conviene abusar de estas sesiones tan duras y exigentes, pues podría ser contraproducente.
El principal inconveniente de los entrenamientos de velocidad es que son extremadamente intensos para tu cuerpo, por lo que es recomendable hacer, como mucho 2 o 3 sesiones a la semana, guardando un día de descanso entre ello o, al menos, de una sesión de rodaje lento.
Lo ideal es que hagas un día series y otro un entrenamiento de velocidad que no sea completamente anaeróbico, como unos cambios de ritmo.
Si abusas de estas sesiones, todos los beneficios para la salud de la velocidad los convertirás completamente en lo contrario, y no tardará en aparecer fatiga, lesiones y desmotivación.