Ser corredor y vivir en grandes ciudades como Madrid o Barcelona a veces tiene ciertos inconvenientes que pueden llegar a pasar desapercibidos. Uno de ellos es sin duda salir a correr con alto nivel de contaminación.
¿Cómo afecta la contaminación a los corredores?
Realizar actividad física al aire libre, salir a correr, caminar o a montar en bicicleta supone inhalar una mayor cantidad de aire.
Esto hace que nuestro organismo está sometido a sustancias nocivas que pueden afectar al sistema respiratorio e incrementar las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes, entre otras.
A corto plazo, los problemas que pueden ocasionar van desde dificultades para respirar, hasta más cansancio de lo habitual o incluso fatiga.
Si eres corredor habitual y vives en una gran ciudad, seguramente hayas notado alguna vez que te costaba más cumplir con el plan de entrenamiento. Es posible que, sin saberlo, hayas sido víctima de los elevados niveles de contaminación.
La práctica de ejercicio físico aumenta notablemente el volumen de aire que entra en los pulmones. Aproximadamente unas 20 veces más aire que en reposo. Por lo que no es de extrañar que la inhalación de aire contaminado pueda causar algún estrago en un corredor habitual de ciudad.
¿Qué recomendaciones debo seguir para correr con alto nivel de contaminación?
La Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) aconseja principalmente evitar el ejercicio físico importante en días de elevada contaminación.
Cuando los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) superan los 200 se considera que la calidad del aire es perjudicial para la salud.
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Incluso con niveles altos de contaminación las recomendaciones suelen apuntar hacia la realización de actividad física, básicamente porque los expertos sostienen que los beneficios de practicar deporte en esos días son mayores que los riesgos. Siempre y cuando no se trate de deportistas en grupos de riesgo.
Por ello, la contaminación urbana no es una excusa para no correr o practicar otras actividades deportivas al aire libre.
Algunos de los consejos recomendables para salir a correr con alto nivel de contaminación son los siguientes:
–Salir a entrenar a primera hora del día ya que suelen ser las horas de menor contaminación. La franja horaria con menos niveles de polución se encuentra entre las 20 horas de la tarde y las 7 de la mañana.
–Buscar lugares menos contaminados, como espacios verdes, lugares cerrados o zonas con bajos niveles de tráfico. Cambiar de ruta y optar por la montaña puede ser una buena forma de dar un respiro a los pulmones y a la mente.
–Evitar salir a correr si estás enfermo de forma puntual o si padeces una enfermedad crónica respiratoria o cardiovascular.
–Reducir la intensidad y duración del entrenamiento, ya que así inhalarás menos partículas contaminantes. Una alternativa es realizar los entrenamientos más exigentes los fines de semana ya que el tráfico suele ser menor.
-Recurrir a una mascarilla protectora en casos de contaminación extrema.
–Monitorizar la calidad del aire en algunos sitios web. Consulta uno de ellos aquí.
Lo cierto es que correr en ambientes contaminados es perjudicial, pero una vida sedentaria lo es todavía más.
Los corredores experimentados están acostumbrados a correr en condiciones climatológicas diversas. Es por ese motivo que, el consejo final es que a la hora de entrenar en días de altos niveles de polución salgas siempre con el mejor acompañante: el sentido común.