Correr mejor va mucho más allá de realizar trayectos más largos, permanecer más tiempo haciendo la actividad e incluso percibir beneficios a corto plazo. De hecho, es lo más difícil, ya que trasciende una cuestión de actitud o de utilizar el impulso mental para que repercuta sobre los músculos y el cuerpo.
Hacer running de manera efectiva es siempre más complejo. Tal es así, que muchos lo logran únicamente al contratar un entrenador personal o especialista. A continuación, te facilitamos tips para conseguirlo.
Además de los consejos para poder correr mejor, que verás a continuación, te dejaremos un vídeo para que sepas detectar los errores que cometes corriendo.
Cuatro consejos para poder correr mejor
Primero que nada, los consejos para correr mejor tienen una diferencia respecto a los que te hemos facilitado en ocasiones anterior para otras cuestiones: aplican para cualquier corredor; es decir, para jóvenes, adultos, principiantes, experimentados, alguien que vuelve de una lesión, etc. Y son los siguientes:
Avanza de manera progresiva
Si tu record es de 1km o de 20, no puedes duplicarlo de un momento a otro o en muy poco tiempo. Debe ser siempre de forma progresiva y sostenida, a partir de objetivos reales y siempre y cuando reúnas las condiciones necesarias para efectuarlo bien.
Como si fuese poco, tanto un principiante como un profesional debe encontrarse en buen estado de salud mental. También desempeñarse en el campo ideal; es decir, en el espacio que le permite desarrollarse correctamente y cumplir con sus objetivos.
Concretamente, a alguien que recién se inicia en el mundo del running le conviene una recta o la vuelta a un parque por asfalto. En cambio, a un deportista le resultará eficaz un terreno que presente dificultades, como así también frenar y dar saltos y complementar con otros ejercicios.
Utiliza el calzado adecuado para correr mejor
Imagina que la zapatilla te va muy ajustada, está en mal estado o es muy incómoda. Las dificultades y limitaciones que implicará serán iguales tanto para un novato como para un experto. Y lo mismo sucederá con las consecuencias que te puede producir a futuro; por ejemplo, las siguientes:
- Mayor facilidad para contraer ampollas o lastimaduras
- Mayor dolor tanto en los dedos como en la planta del pie
- Dificultades para correr y para realizar todo tipo de movimientos
- Sensación de inseguridad al correr. El hecho de trasladarte sabiendo que tus pies están mal te perjudica en el rendimiento
Haz siempre precalentamiento y estiramiento post-actividad
El primero no es imprescindible, pero el segundo sí. Permiten por un lado comenzar a correr y realizar grandes esfuerzos sin que las piernas y músculos lo sientan de manera repentina. Es decir, reduce las probabilidades de lesiones tanto leves como graves.
Por otra parte, el segundo posibilita descontracturar los músculos y ayudar a que se relajen para su correspondiente (y esencial) recuperación. Recuerda que no la debes hacer de forma apresurada y mal, sino tomarte el tiempo que sea necesario.
Asimismo, tanto un runner principiante como uno profesional o simplemente con nivel más avanzado suelen correr muy a menudo. Y es por esta razón que el correcto tratamiento de los músculos (precalentamiento y estiramiento) se vuelve casi obligatorio.
Los objetivos tienen que ser siempre realistas
Correr mejor va más allá también del momento en que llevas a cabo la rutina. ¿Por qué? Porque esta debe corresponderse a una suerte de línea de objetivos, con progresos sostenidos y en los que la continuidad desempeña un rol muy importante.
Justamente por ello, los entrenadores personales reciben trabajo y asesoran tanto a novatos como a grandes deportistas. Dedícale el tiempo necesario a tu rutina y haz todo lo posible para evitar reducirla.
Correr mejor implica también ser más eficiente y alcanzar las metas de mediano plazo antes de lo previsto. Además es lo que realmente te proveerá los beneficios de una actividad como el running y te ayudará a evolucionar favorablemente.