El dolor de espalda al correr es muy frecuente y no se trata de un problema menor; es difícil que pase inadvertido y que no te afecte durante tu actividad. Por ello, prevenir el dolor de espalda al correr consta de una de las mayores preocupaciones por parte de miles de runners.
Más allá de cómo evitarlo o reducirlo, es importante que comprendas por qué te duele la espalda durante la actividad, de dónde proviene dicho inconveniente y cómo prevenirlo.
¿Dolor de espalda al correr o dolor lumbar?
Para empezar, seguro oyes a menudo ambas expresiones, por lo que te preguntarás si significa exactamente lo mismo. Aunque para los corredores sí –y de hecho poseen grandes similitudes-, no es igual ya que depende principalmente de la zona o parte exacta de mayor molestia.
En ambos casos, hay recomendaciones y técnicas que te permitirán fortalecer la totalidad de tu espalda y, por ende, no padecer dolores durante o después de correr.
Fortalece la musculatura del core y mejora la postura
Muy probablemente hayas oído “la postura es clave para no sentir dolores”. Efectivamente es así y, por ello, la musculatura situada en la zona media y profunda de la espalda desempeña un rol estabilizador y de sostén.
Por esta razón, al trabajar en mejorar la postura optimizarás dicho músculo y zona, le proporcionarás mayor fortaleza y, en consecuencia, las probabilidades de padecer dolores serán más escasas. Incluso si los padeces, serán menos graves y desaparecerán más rápido.
Mayor conciencia postural
Saber cuáles son las mejores posturas y sus ventajas (o sucesos negativos que se evitan) no alcanza; te sirve para empezar a implementarlas, pero luego tienes que adquirir conciencia postural.
¿Para qué sirve esta última? Básicamente para que apliques las posturas correctas en todo momento, lo cual te proporcionará grandes resultados no sólo durante el running, sino también a futuro.
Cabe destacar que muchas personas corren de la mejor manera y sin inconvenientes, pero luego de unas horas sufren dolores y molestias muy grandes y de larga duración.
Elegir y utilizar el calzado adecuado
El calzado y las plantillas también desempeñan una función muy importante. ¿Por qué? Pues, las primeras amortiguan el impacto que generan las pisadas en cada paso que das ya sea hacia adelante o hacia atrás.
Asimismo, las plantillas permiten complementar a la zapatilla y beneficiarte aún más. Sin embargo, hay especialistas que las recomiendan únicamente para casos particulares, por lo que si careces de importantes inconvenientes debes conformarte sólo con el calzado correcto.
De todos modos, nunca unas zapatillas cómodas y confortables pueden sustituir a una postura correcta y constante. Además, esta última es esencial tanto para correr como para desarrollar todo tipo de actividades, incluso permanecer sentado.
Tipos de dolor de espalda
¿Recuerdas que anteriormente te contábamos que el dolor lumbar es diferente al de espalda? Bueno, hay, aparte de estos dos, cuatro variantes principales identificadas y tratadas por los especialistas:
- Cervicalgia: su aparición radica en las malas posturas, se siente en la columna cervical y suele durar entre tres y cinco días
- Dolor torácico: trasciende desde la mitad de la espalda hasta el cuello. Se trata de la columna torácica cuya función es soportar la caja torácica cuyas vértebras son sensibles y, ante la mínima sobreexigencia, producen dolor y molestia
- Disco herniado: sucede en los discos intervertebrales que se ubican entre las vértebras y funcionan como amortiguadores. Un inconveniente allí puede trasladarse a la médula espinal y a los nervios, por lo que los dolores son intensos
- Ciática: ocurre cuando un disco está herniado y presiona al nervio ciático. Por su efecto, el dolor se siente también en la zona de la pierna
Más allá de todo lo descrito, realiza siempre todo tipo de ejercicios y técnicas para prevenir el dolor de espalda al correr. Si logras esto último, entonces podrás llevar adelante dicha actividad del mejor modo posible, con mayor frecuencia y percibiendo luego mayores beneficios.