Correr consta de una actividad física muy benéfica, sencilla de realizar y frecuentada en todo el mundo. Proporciona decenas de beneficios para la totalidad del organismo y contribuye al bienestar general. Así, los efectos hormonales del running son motivo de estudio dado que evidencian un antes y un después.
Cabe destacar que hablar de efectos hormonales contempla mucho más que un simple cambio y en una determinada parte; influye de algún modo en todo el organismo y también en las actitudes y acciones.
¿Cómo afecta el running al metabolismo?
En paralelo a lo último, el metabolismo del cuerpo nunca pasa inadvertido, como así tampoco sus cambios y sus consecuencias que requieren de atención. De este modo, la cuestión es compleja dado todo lo que se involucra durante el running.
La principal hormona que motoriza la acción de correr son las endorfinas. De hecho, los especialistas la denominan “responsables de la euforia del corredor”. ¿Qué hacen o cómo actúan? Reducen la sensación de dolor y hasta incrementa las ganas de la persona de continuar con la actividad.
Esto último es clave ya que, de alguna manera, la mente hasta maneja el cuerpo; es decir, realizar un gran esfuerzo con ganas y total voluntad puede salvarte de problemas musculares y lesiones más graves.
Aldosterona y vasopresina, claves en los efectos hormonales del running
Ambas son hormonas que, pese a que cuyos nombres pasan inadvertidos y carecen de gran difusión, desempeñan un rol esencial en el organismo: retener el sodio para que el agua ingrese a los vasos y mantener una presión constante.
Se trata de un mecanismo que tiene lugar en la hipófisis y en los riñones y que atrae el agua por osmosis cuando se detecta carencia de la misma. ¿Has oído sobre la importancia de ingerir líquido todo el tiempo y mantenerte hidratado? Bueno, está muy vinculado a estas dos hormonas.
¿Cuáles son las hormonas más importantes en el running?
Por todo lo que te contamos, seguro te preguntarás cuáles son todas las hormonas involucradas y que generan cambios al practicar running. A continuación, te mostramos las principales:
- Hormona del crecimiento: su trabajo comienza durante la actividad y finaliza unas horas después. Su función es aumentar el consumo de grasas para satisfacer las necesidades del organismo a partir de la exigencia que recibe.
- Cortisol: convierte los ácidos grasos circulantes en glucosa para conservar las reservas. También transforma las grasas en glúcidos.
A su vez, hay otras tres hormonas que actúan en simultáneo: glucagón, adrenalina y noradrenalina. Se encargan de regular los niveles de azúcar según las necesidades que experimenta el organismo, las cuales se deben en gran parte a la exigencia de la actividad.
Glucagón, adrenalina y noradrenalina abren la –denominada- caja fuerte del hígado junto con los grandes músculos con el objetivo de liberar glucosa a la sangre. Como observarás, su presencia y trabajo en conjunto resulta imprescindible para el funcionamiento del organismo.
¿A qué edad los cambios hormonales al correr son mayores?
Al igual que en todo tipo de actividades físicas y deportivas, a partir del inicio de la pubertad hasta el fin de la última etapa del desarrollo es cuando mayores cambios hormonales persisten. De hecho, es el periodo en el que más se recomienda hacer actividad física todas las semanas.
Justamente, correr implica hacer trabajar a las hormonas descritas y, por ende, fortalecer los procesos del organismo según sus necesidades. Por esta razón la actividad física es tan recomendada en adolescentes y jóvenes más allá de los cambios físicos (y positivos) que se evidencian luego.
En síntesis, los efectos hormonales del running son múltiples, por lo que sólo si desarrollas una actividad de esta índole podrás comprobar si tu organismo funciona y responde de manera óptima.