Doblar la sesión de entrenamiento es para algunos corredores populares un objetivo a conseguir. Pretenden emular a los atletas profesionales con sus entrenamientos, con la esperanza de conseguir un nivel de rendimiento similar a ellos. No te revelaré ningún secreto si te digo que no es comparable el nivel de vida que lleva un atleta popular, teniendo que madrugar para trabajar y en ocasiones sin descansar lo suficiente, con el que lleva un atleta que solo se dedica a correr, puesto que para este último el día se resumen en entrenar, descansar y comer.
No creo que sea recomendable doblar la sesión de entrenamiento salvo en contadas excepciones, pues para que un atleta tenga necesidad de doblar entrenamiento debe ser realmente bueno en este deporte y que la única manera de seguir mejorando sea con esas sesiones dobles de carrera.
Por esto no es recomendable doblar la sesión de entrenamiento para un atleta popular
Al doblar la sesión de entrenamiento se produce una mayor carga de volumen y de intensidad. Aunque puedes pensar que es tan solo una sesión más de entrenamiento, el aumento no es proporcional.
El día que tengas doble sesión de entrenamiento de carrera deberías tener el tiempo suficiente para poder descansar entre ellas. Lo ideal es hacer una sesión de rodaje suave por la mañana y reservar la sesión de la tarde para hacer el entrenamiento más intenso. En esta situación ya aparece el primer problema de doblar la sesión de entrenamiento en un corredor popular: la falta de tiempo.
Para un corredor popular con trabajo y familia resulta muy difícil entrenar 2 veces al día y compaginarlo con el trabajo. Es cierto que es posible hacerlo pero a costa de sacrificar un pilar importante, el descanso. Al doblar la sesión de carrera tu cuerpo necesitará recuperarse entre los 2 entrenamientos, y la mejor manera de hacerlo es durmiendo. Los atletas de élite duermen un número exagerado de horas al día, llegando incluso a 11 o 12 horas, y además cuentan con fisios y herramientas de recuperación que un popular no tiene a su alcance. La razón de ello no es otra que conseguir la asimilación del entrenamiento y la recuperación de las duras sesiones de entrenamiento. Parece imposible que un corredor popular sea capaz de llegar a ese nivel.
Por otro lado, y como he comentado más arriba, los corredores populares tienen la necesidad de trabajar. Pasar 8 horas trabajando, aunque sea sentado, produce una fatiga que los corredores de élite no padecen. Un corredor de élite puede doblar la sesión de entrenamiento porque vive de ello y su día a día se basa en entrenar para competir, por ello las sesiones dobles son lo más común en aquellos que están en la cima de la carrera a pie.
Por último, no tiene sentido para un corredor popular doblar si no tiene marcas realmente buenas y está estancado con un entrenamiento bien planificado.
Si eres de lo que entrenas 4 días es preferible que antes añadas algún día más a que te plantees doblar los entrenamientos.
[Tweet «Al doblar el entrenamiento te estás perjudicando más de lo que creías…»]
¿Que te pasaría si decides doblar la sesión de entrenamiento?
Al incluir una doble sesión de entrenamiento en tu rutina se pueden dar dos resultados: asimilar el entrenamiento y mejorar o romperte en cuestión de 1 mes.
Antes de doblar una sesión de entrenamiento hay que pensarlo friamente y comentarlo con el entrenador, ya que es una elección importante que puede tener consecuencias desastrosas si se elige sin estar debidamente preparado.
Las principales consecuencias negativas de doblar una sesión de entrenamiento son:
- Sobreentrenamiento: si tu cuerpo no es capaz de asimilar más sesiones de entrenamiento y tu le añades otra más estarás sobrecargandolo. No solo no mejorarás, sino que tu rendimiento caerá en picado al entrar en un estado de sobreentrenamiento brutal.
- Lesiones: las lesiones van de la mano con una incorrecta planificación del entrenamiento, y doblar cuando no estás preparado es un sinónimo de esto. Cada vez que doblas tus músculos y articulaciones sufren y se desgastan. Seguro que no cuentas con la posibilidad de visitar un fisio 2 o 3 veces por semana, y esto no permite que te recuperes.
- Fatiga mental: si en ocasiones te resulta duro salir a entrenar 50 minutos después de trabajar, ¿te imaginas hacerlo antes y después de tu jornada laboral? El estrés al que se ve sometido tu mente cuando pretendes entrenar en exceso acaba rompiendo con tu mente y esta entra en una fatiga crónica en la que se pierde la motivación por un deporte que te debería dar plenitud en la vida.