¿Recuerdas esa etapa en la que encadenabas una lesión tras otra? El círculo de lesiones nunca se terminaba y siempre aparecía un dolor nuevo para dejarte parado durante semanas. Estoy seguro que no entendías porque de una lesión en el tobillo la encadenabas con una en la cadera.
El círculo de lesiones lo llamo a aquella lesiones que se van encadenando por las descompensaciones creadas por la lesión y por el vicio postural que coge el cuerpo para evitar el dolor en la zona.
Evita el círculo de lesiones
A veces esperar una semana menos en la recuperación puede provocar que estés meses arrastrando una lesión, si sigue entrenando como malamente puedes con molestias, el parón y la perdida de toda una temporada es un premio asegurado.
Cuando estás lesionado y en el período final de la lesión no importa descansar 1 o 2 semanas más de la cuenta. En este caso es mejor pecar de prevenido que pensar que estás recuperado y seguir entrenando.
Esta delgada línea roja no es respetada por algunos corredores que a la mínima mejoría se lanzan a recorrer kilómetros como antes. Puede ser que de esa lesión se recuperen pero lo las seguro que lo hagan a costa de otra.
Me explico:
Cuando corres con molestias, el cuerpo, de manera inconsciente, busca la postura que no le cause dolor.Esto no significa que la postura que adopte sea buena sino que con ella evita el dolor en la zona lesionada. El cuerpo no puede prevenir que está compensación provocará a largo plazo una lesión en otra zona muscular que carga con un mayor peso que el recomendado.
Es en este caso cuando se puede hablar del círculo de lesiones. Por culpa de una incorrecta recuperación el cuerpo fuerza a los otros músicos para evitar dolor en el músculo dañado. En el mejor de los casos desaparece una lesión y aparece otra, pero si tienes mala suerte se añade una nueva a tu historial y la compartes con la primera.
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Para evitar el círculo de lesiones te recomiendo que descanses incluso más de lo necesario y así te asegures que el músculo está completamente recuperado. Vuelve a los entrenamientos de manera progresiva y siempre con tranquilidad. Por último no olvides visitarte de manera periódica con el especialista que ha llevado a cabo la recuperación de tu lesión.
