Quiero empezar este artículo haciéndote dos preguntas: ¿cuantas veces has corrido aún sabiendo que no debías? ¿crees que la obsesión por correr siempre lleva a corredores a hacer barbaridades?
Seguramente, al igual que me ha pasado a mi, has corrido cuando no debías y luego lo has lamentado. Has querido no saltarte ese día de entrenamiento y el resultado ha sido peor.
¿Que nos pasa a los corredores con esta tontería de correr siempre a pesar de no ser lo indicado?
Cuando la obsesión por correr no deja ver la realidad
Correr engancha, de eso no hay duda. Solo hay que salir al parque más cercano para darse cuenta de la gran cantidad de personas que corren. Miles de personas dan el salto a este deporte por diferentes motivos, ya sean estos por salud, superación o otro tipo de motivación.
Algunos lo acabarán dejando, otros lo mantendrán como una faceta muy importante de la vida. Por desgracia, otro grupo llevarán este deporte a los límites de la obsesión.
[Tweet «La gran obsesión por correr siempre»]
La obsesión por correr se nota en aquellos corredores que empiezan a correr y se marcan metas difíciles de conseguir en sus inicios. Día y noche sueñan con objetivos lejos de su alcance y lo que debería ser una afición saludable se convierte en algo tóxico.
Estos corredores empiezan a aumentar los kilómetros sin ningún tipo de supervisión y entrenan lo más duro que pueden cada día. Les da igual hacer 12×1000 como 25×400, lo importante es entrenar al máximo…
Quieren correr más rápido y suponen que la manera de lograrlo es machacándose cada día. Olvidan factores tan importantes como el descanso o la correcta técnica para correr.
Estos son los mismos que se sorprenden al lesionarse de manera reiterada y siempre lo justifican de diferentes maneras. Puede ser un mal gesto o por el trabajo la causa de la lesión, nunca el exceso de entrenamiento.
Tampoco comprenden que otros conocidos mejoren cada vez más y ellos no. Bajo su visión, no es posible conseguir buenas marcas con 40 kilómetros semanales. ¿Como va a ser posible que corran tan rápido?
La respuesta es que no importa hacer 100 kilómetros si están mal hechos, lo importante es aprovechar cada uno de los kilómetros recorridos. La obsesión por correr siempre no va a conseguir que lo hagas mejor.