Lo que se vivió en los Juegos Mundiales Universitarios es una completa ofensa al atletismo. En estos campeonatos celebrado en la ciudad china de Chengdu, la atleta somalí Nasra Ali Abukar corrió los 100 metros en un tiempo de 21.81, quedando a más de 10 segundos de distancia de la primera clasificada.
Lo más vergonzoso en este asunto no es que Nasra Ali Abukar hiciera esta marca por alguna lesión sufrida durante la prueba. No, hizo esta marca porque alguien muy importante en su país le permitió participar a pesar de no ser atleta.
De hecho, a primera vista ya se aprecia como Nasra Ali Abukar tienen un cuerpo poco atlético e incluso con sobrepeso.
Y es que tener contactos es muy importante, tanto que esta pseudo corredora es sobrina de Khadija Adan Dahirla, vicepresidenta de la Federación de Atletismo Somalí, que según apuntan medios de comunicación somalís y activistas del país, su participación en los Juegos Mundiales Universitarios se debe a este estrecho lazo familiar.
No ha sido hasta que la prensa internacional se ha hecho eco del asunto, cuando el Ministerio de Deportes de Somalia ha decidido cesar en el cargo a Khadija Adan Dahir.
Otro caso polémico que señala a Somalia
La verdad es que Somalia es uno de los países más cuestionados en cuanto al nivel de los atletas que envían a las competiciones.
En Londres 2012 pudimos ver cómo Zamzam Mohamed Farah corrió los 400 metros en 1:20:48, mientras que sus rivales acabaron 30 segundos por delante.
En Río 2016 fue Marián Nuh Muse la que terminó en último lugar en la prueba de 400 metros con un tiempo de 1:10:14.
