Arielle Avina corrió los 5 kilómetros del Rock’n’ Roll Marathon de San Diego en 19 minutos y 20 segundos. Con esta marca consiguió la victoria en la categoría femenina. Esto no sería noticia si Arielle Avina no tuviera 10 años…
Al caso de Arielle Avina se le pueden sumar otros casos de niños corredores que, por edad, deberían estar disfrutando de las pruebas más cortas en pista y no corriendo pruebas de fondo en asfalto.
Uno de los casos más recientes fue el de Noah Bliss, que con 10 años corrió la Media Maraton de Winsconsin y la terminó en 1:37:01.
Que un niño practique atletismo y que con 10 años corra un 1000 en la pista no es nada descabellado, pues es parte de su progresión como atleta. Pero de ahí a que un niño de 10 años con todas sus limitaciones relativas a la falta de fuerza y de potencia, al poco tono muscular o simple y llanamente a que todavía no están completamente desarrollados, corra un medio maratón es una barbaridad y un terrible error.
El problema de los niños corredores
Los niños corredores, como los mencionados arriba, no están practicando un deporte saludable.
Que un niño con 10 años corra una media maratón es una auténtica locura y demuestra que los padres están fallando en un punto muy importante de la educación. Con 10 años un niño es tan sólo eso: un niño.
Puede ser el más rápido de su edad y eso es obvio que hay que potenciarlo para que en un futuro, si tiene la oportunidad y le gusta, se pueda dedicar a ello pero nunca a costa de ese niño. ¿Con qué clase de valores crece?¿Qué hay de la diversión que sienten los niños corriendo en una pista de atletismo?
Que nadie se engañe, para que un niño de 10 años corra un medio maratón en 1:37 es necesario volúmenes de entrenamiento elevados, sobretodo para su corta edad. ¿Cómo asimilarán unos músculos en crecimiento tanto entrenamiento?
La respuesta a la pregunta anterior es clara: terminarán quemados antes de cumplir los 20 años, seguramente cuando cuerpo sea incapaz de correr más rápido.
[Tweet «Los niños corredores deben ser guiados y no quemados…»]
Con esa edad un niño tiene que probar las diferentes disciplinas del atletismo y decantarse por una de ellas. Nada de exigencia ni de presión.
Los niños corredores, esos a lo que los padres animan a correr largas distancias son un grave problema para ellos mismos y que niñas como Arielle Avina se impongan a sus rivales adultos es un motivo más de preocupación.