Cuando se trata de correr, el número de pasos que das por minuto puede tener un gran impacto en tu rendimiento y tu salud. Sí, aunque no lo percibas ni tampoco lo pienses, representa un factor esencial. Y, de hecho, es clave para la posterior sensación de cansancio o de dolores musculares o en ciertas partes como la espalda y las propias piernas.
En general, se considera que una tasa de 180 pasos por minuto es ideal para correr eficientemente. Igualmente, hay muchos factores que pueden influir en este número; desde la edad de la persona hasta su estatura, nivel de entrenamiento, estilo, etc. ¡Continúa leyendo para conocer todos los detalles!
Cuestiones que cambian la cantidad de pasos por minuto considerada ideal
En primer lugar, es importante tener en cuenta que el número o cantidad de pasos por minuto puede variar según el tipo de carrera que estés haciendo. Por ejemplo, si estás corriendo a un ritmo más rápido, es posible que efectúes más que a uno más lento.
Del mismo modo, el terreno en el que estás practicando running también puede tener un impacto. Por ejemplo, si te encuentras en una subida pronunciada es posible que necesites dar más pasos por minuto para mantener tu ritmo. Esto se debe claramente a que el nivel de dificultad aumenta y eso genera cierta consecuencia en tu accionar.
Longitud de las zancadas
Las personas más altas tienden a tener zancadas más largas, lo que significa que pueden cubrir más distancia con cada paso. Si bien una de menor estatura puede igualarlo, lo hará con mayor dificultad.
No obstante, esto también puede significar que necesitan dar menos pasos por minuto para mantener un ritmo determinado. Asimismo, las personas más bajas pueden dar zancadas más cortas y requerir de dar más pasos por minuto para cubrir la misma distancia.
Técnica de carrera
La técnica de carrera también puede influir en el número de pasos por minuto. Si estás corriendo de un modo ineficiente, es posible que necesites dar más pasos por minuto para mantener tu ritmo. Por ejemplo, si aterrizas con el pie delante del centro de gravedad de tu cuerpo, entonces deberás dar más pasos para no perder el equilibrio.
En cambio, si aterrizas con el pie debajo de tu centro de gravedad y empujas hacia atrás con cada paso, lo más probable es que logres un ritmo más rápido con menos pasos. Asimismo, el tiempo de actividad también va influyendo.
Condición física y objetivo
Ambas se encuentran muy unidas entre sí y, de hecho, son las que más afectan (ya sea para bien o para mal). Si estás corriendo una carrera de larga distancia, es posible que necesites mantener un ritmo constante y eficiente durante un largo período de tiempo.
En este caso, puede ser más importante centrarse en llevar a cabo un ritmo constante y sostenible en lugar de preocuparse por el número exacto de pasos por minuto. A su vez, si estás corriendo una carrera más corta y rápida, tu objetivo debe ser aumentar tu tasa de pasos por minuto para mejorar tu velocidad.
En resumen, el número de pasos que debes dar al correr puede variar según muchos factores, como el tipo de carrera que estás haciendo, la longitud de tus zancadas, la técnica de carrera y tu nivel de condición física, entre otras.
En general, una tasa de 180 pasos por minuto se considera ideal para correr eficientemente, pero tampoco debes considerarlo algo tan literal y, mucho menos, imprescindible para el éxito de un runner. Tal es así, que no aparece entre las prioridades de muchos tanto principiantes como expertos.