¿Cuántas veces has sentido falta de aire al correr? Seguro que te has hecho varias veces esta pregunta y si has llegado hasta aquí es que estás buscando una respuesta.
Esta situación es muy normal en todo tipo de corredores, desde principiantes a más avanzados, aunque las causas son diferentes. Si te ahogas al correr y buscas la respuesta a la pregunta de, ¿por qué me ahogo al correr? sigue leyendo el artículo que te daremos la respuesta.
Si te ahogas al empezar a correr no te asustes, es completamente normal
El ejercicio físico, y en este caso correr, está dividido por fases durante las cuáles el cuerpo comienza a funcionar a diferentes velocidades. El sistema cardíaco, el respiratorio o el muscular están involucrados en el comienzo del movimiento para correr, pero estas funciones no empiezan de manera simultánea.
Al pasar del reposo a correr el sistema muscular necesita de oxígeno para poder ser eficaz, pero en ese justo momento el cuerpo está trabajando con un déficit de oxígeno, ya que trabaja en anaeróbico, pues no hay suficiente oxigeno en sangre para mantener esa intensidad del ejercicio. Esta sensación de ahogo suele durar un par de minutos, tras lo cual la sensación de ahogo al correr desaparece.
Si comienzas a correr de golpe, sin un calentamiento previo, el sistema respiratorio no ha sido capaz de asumir el trabajo que le toca: el de llevar oxígeno a la sangre.
Esa es la razón principales por la que te ahogas al empezar a correr. Sencillamente tu cuerpo requiere de más oxígeno del que ofrece en ese momento.
¿Por qué me ahogo al correr después de varios kilómetros?
¿Por qué me quedo sin aire al correr después de varios kilómetros? Esta es otra pregunta muy común y en este caso si que suele pasar más en corredores con poca experiencia.
Si tras varios kilómetros te falta aire al correr es que no estás controlando bien el ritmo del entrenamiento. Estás entrando de lleno en el umbral anaeróbico, donde al trabajar con déficit de oxígeno no puedes mantener durante mucho rato el ritmo. Para decirlo de una manera sencilla, ¡estás corriendo demasiado rápido!
Cuando haces entrenamientos de una duración media/larga es muy importante mantener el ritmo correcto, dentro del umbral aeróbico, para no tener esa sensación de ahogo al correr y para trabajar lo que realmente se busca trabajar con ese tipo de entrenamiento: la mejora de la resistencia y la eficiencia al correr.
Estos entrenamientos provocan que el corazón se agrande, con lo que bombea más sangre por latido, y los pulmones se vuelvan mas eficientes, por lo que la velocidad del transporte de oxígeno por el torrente sanguíneo hacia los músculos aumenta.
Así que lo ideal en los rodajes más largos es llevar un ritmo cómodo, en torno al 60-70 % de la frecuencia cardíaca máxima.
Con el calentamiento puedes evitar ahogarte al correr
Cómo has leído sentir ahogo al correr es una situación bastante común que pasa por dos razones, como son los primeros minutos de empezar a correr, o llevar un ritmo demasiado rápido.
Para evitar la falta de aire al correr es necesario no pasar del sofá directamente a correr, ya que no puedes pasar de 0 a 100 en un momento y pretender no ahogarte.
Por eso incluye ejercicios de calentamiento, como pueden ser ejercicios de movilidad articular, y empieza corriendo de menos a más, a ritmo lento para que tu cuerpo se pueda oxigenar correctamente.