¿Te estás preguntando si puedes perder peso corriendo 30 minutos al día? Te diré que estás en el sitio adecuado, pues desde aquí te explicaremos si esto es posible y si realmente vale la pena.
Como ya sabrás, correr es el deporte que más calorías quema, por lo que parece lógico que si buscas perder peso corriendo 30 minutos al día, estés en lo cierto.
¿Qué supone correr 30 minutos al día?
Correr 30 minutos al día es el objetivo de muchas personas que quieren mejorar su forma física, bien sea para perder peso o para ganar capacidad aeróbica y correr más rápido. Tanto en el primer como en el segundo caso estás en lo cierto.
Si buscas perder peso corriendo 30 minutos al día tendrás que saber que correr durante ese periodo de tiempo supone consumir unas 300 – 400 calorías, lo que equivale a una buena hamburguesa con queso. Así que, si bien es una cantidad considerable, ya ves lo fácil que te resultaría neutralizar el efecto del entrenamiento.
Por ello, aunque correr 30 minutos al día es una ayuda para perder peso, no es lo que va a determinar los kilos que reduzcas. Hay otros factores en los que puedes influir.
No te acostumbres a correr siempre igual si quieres perder peso
Un error cuando pretendes perder peso y, especialmente cuando le dedicas poco tiempo, como pueden ser 30 minutos al día, es hacer el mismo entrenamiento a diario. Los mismos kilómetros, el mismo ritmo y el recorrido idéntico.
Lo anterior produce que tu cuerpo no lo vea como una exigencia extra, si no que se acostumbra al esfuerzo, gastando menos energía para ello y adaptándose a esos entrenamientos.
Para romper con la rutina lo mejor es incluir variaciones. Intenta intercalar días rápidos con otros días más lentos, mete terreno irregular en mitad del recorrido o haz cambios de ritmo. De esta manera el consumo de calorías aumentará.
Haz pequeños cambios en tu alimentación
Para perder peso corriendo 30 minutos al día vas a necesitar modificar ligeramente lo que comes. Como hemos comentado, las calorías que quemas por esa media hora de entrenamiento las puedes recuperar con el sencillo gesto de comer una hamburguesa.
No necesitarás tampoco una dieta estricta, pero si ser consciente de lo que comes. Priorizar alimentos que no sean procesados y dar preferencia a carbohidratos complejos antes del entrenamiento.
Lleva un estilo de vida activo
Por mucho que corras 30 minutos al día, si no mantienes un estilo de vida activo, te va a costar mucho perder peso, pues todo lo que te muevas durante el día supone un aumento de la quema de calorías.
Así que intenta caminar más en vez de coger el transporte público e intenta subir escaleras en ve de hacerlo por el ascensor.
Estas pequeñas diferencias son determinantes para perder peso.
No te olvides del entrenamiento de pesas
Aunque el entrenamiento aeróbico que supone correr es el que te llevará a quemar cientos de calorías, no hay que olvidar el impacto que tiene el entrenamiento de pesas.
El entrenamiento de fuerza cumple con la función de fortalecer la musculatura para que de esta manera corras con mayor seguridad y más rápido, pero también aumenta de manera considerable la quema de calorías.
De una manera directa es un ejercicio físico que aumenta tus pulsaciones y hace que el consumo de energía se acelere. De manera indirecta construyes músculo, y este consume calorías para mantener el tono, por lo que el el número de calorías que quemas aumenta.