El ritmo en las series se ha convertido en el sinónimo del ritmo en las carreras populares cuando no debería ser así. Por ello, no es extraño ver a corredores que terminan los días de series desfallecidos y sin capacidad para rodar después del entrenamiento a modo de enfriamiento.
Correr en las series creyendo que estás en una competición no es lo adecuado, el ritmo en las series no debe ser inaguantable puesto que se trata de otro entrenamiento más y no de una competición.
¿Cuál es el ritmo en las series adecuado?
No hay un ritmo en las series que sea el mejor, ya que depende del tipo de serie, del momento de la temporada, y de lo que buscas con ellas el ritmo variará. Lo que si está claro es que si compites en 10 kilómetros en 40 minutos no te va a servir de nada hacer 7×1000 a 3:45.
La razón de ello es que tu cuerpo no está preparado para correr a esos ritmos y lo único que consigues con esos entrenamientos es sobreentrenarte, desgastar el cuerpo y llegar a la competición con mala forma.
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Aunque no te lo creas, esos ritmos de 3:45 que tú piensas que te harán mejorar te están convirtiendo en un corredor más lento que es incapaz de bajar de 40 minutos en los 10 kilometros. Quizás si el ritmo en las series de 1000 fuera de 4:10 no llegarías fatigado a la línea de meta ni te lesionarias de manera habitual, y además mejorarías tu marca.
El cuerpo mejora a través de la supercompensación y para lograr esta es necesario respetar la progresión y nada de esto haces si tu ritmo en las series es demasiado rápido.
Es comprensible que a medida que avanza la temporada y las competiciones importantes se acercan ,se incremente el ritmo en las series y se reduzca el tiempo de recuperación entre ellas, pero es que ya el cuerpo está mejor adaptado y tiene una buena base de kilómetros encima.
Recuerda que los resultados en este deporte dependen del esfuerzo diario y que poco a poco los tiempos mejoran sin necesidad de forzar a la máquina.