No se ha visto un nuevo récord del mundo, pero si un completo recital de Eliud Kipchoge por las calles de Berlín. El keniano venía con intención de conseguir batir su propio récord del mundo, así como para demostrar que lo sucedido en Boston, en el que terminó en 6º lugar, ha sido una excepción a la norma.
Desde los primeros metros Kipchoge demostró estar decidido a repetir una gesta a la que ya esta acostumbrado, y de hecho desde el principio solo le aguantó el etíope Derseh Kindie, un atleta con una mejor marca de 2:08:23.
Aunque el etiope Kindie se le enganchó a Kipchoge en todo momento, era obvio que lo tenía muy complicado el mantener ese ritmo endiablado que marcaba el keniano. Pasado el kilómetro 30, Kindie desaparecía completamente, fatigado en exceso y abandonaba la carrera junto a la última liebre que tiraba de Kipchoge.
Hasta mitad de la prueba iba unos segundos por debajo del récord del mundo, lo que hacía creer que sería posible que rompiera con su propio récord del mundo. No obstante, a medida que pasaban los kilómetros se hacía más difícil para Kipchoge batir su propio récord.
En todo momento se vio a Kipchoge muy seguro de si mismo, ya que no dio opción a que ningún rival le hiciera sombra. Cruzó la meta en 2:02:42, mientras que el segundo clasificado, el debutante Kipkemoi lo hacia en 2:03:13 y el tercero, Takele, en 2:03:23.