No hay peor momento en la vida de un corredor que una lesión que puede arruinarte toda la temporada. Por experiencia propia, que estuve lesionado dos años, el problema de una lesión no es que estés un mes parado y pierdas forma física, lo verdaderamente complicado es cuando la lesión se cronifica, y cada vez que intentas volver a correr recaes en ella.
Las recaídas en las lesiones se pueden (y deben) prevenir, para que así se acorte el tiempo de recuperación de una lesión.
¿Por qué aparecen las recaídas después de una lesión?
Esta respuesta, que parece muy sencilla de responder, implica varios factores determinantes que harán que vuelvas a lesionarte si empiezas a correr después de una lesión, pero hemos contactado con un especialista en la materia, el doctor Miguel Romero, para que nos cuente cual es el motivo principal de las recaídas en las lesiones, y es que según el Doctor Miguel Romero (Médico traumatólogo en Bilbao): «La mayoría de recaídas deportivas se producen por una mala recuperación de lesiones anteriores por una vuelta al deporte demasiado prematura«
De lo anterior se descubre que las prisas para volver cuando estás lesionado están detrás de las recaídas, pero también un incompleto programa de readaptación al deporte. Es decir, si estás volviendo de una lesión no vas a poder entrenar igual que lo hacías antes de ello, por lo que el aumento de la intensidad y el volumen debe ser progresivo, y ante la duda es mejor quedarse corto en el entrenamiento que pasarse y recaer en la lesión.
¿Cómo volver a entrenar después de una lesión?
Volver a entrenar después de una lesión no es fácil. De hecho, es la parte más complicada de realizar con éxito, y es que empezar a correr demasiado pronto hará que recaigas en la lesión y correrás el riesgo de estar nuevamente varios meses sin poder entrenar.
La progresión es clave en la vuelta al entrenamiento. Cuando el profesional que te ha tratado te recomiende volver a entrenar, deberás tener cautela a la hora de hacerlo.
Mi consejo es que el dolor sea el factor limitante a la hora de decidir si puedes volver a correr, si estás haciéndolo adecuadamente o si, por el contrario, estás yendo demasiado rápido.
Cuando vuelves a correr después de una lesión es completamente normal sentir molestias e incluso dolor en la zona que se lesionó, ya que todavía puede estar recuperándose del daño y también puede haber sufrido atrofia. Si el dolor no va a más después del entrenamiento es muy buena señal, por el contrario, si después de la sesión de entrenamiento el dolor empeora, es que ha sido demasiado y corres el riesgo de recaer en una lesión.
El fortalecimiento de la zona dañada cobra mucha importancia en esta etapa, ya que a través de ejercicios isométricos o con pequeños pesos conseguirás reforzar la musculatura, para de esta manera hacerla más resistente y reducir el riesgo de recaída.