Aunque te pueda resultar una paradoja, cada vez que nos acostamos nuestro cuerpo no solo descansa sino que también realiza funciones vitales con las que quema energía y, por lo tanto, consume calorías. Como es obvio, no hablamos de esfuerzo físico sino de actividades biológicas como la cerebral, vascular o la respiración, que se intensifican especialmente durante la fase REM, la más profunda y activa del sueño.
Esto no significa que cuanto más durmamos más adelgazamos, porque la actividad diaria supera con creces el desgaste que se realiza al dormir: lo que sí implica es que, incluso cuando dormimos, quemamos energía.
¿Cuántas calorías quemamos al dormir?
Según diversas estimaciones, una persona adulta puede quemar alrededor de 1 caloría por cada kilo de peso en una sola hora, aunque en este cálculo influyen factores como el metabolismo, la edad y el peso, entre otras. Lo que condiciona el consumo de energía de cada persona es su Tasa Metabólica Basal, es decir, la cantidad mínima de energía que necesita para mantener sus funciones biológicas al dormir. Para calcular esta tasa partimos de la base de que para quemar una caloría son necesarios 208 mililitros de oxígeno. Así, si analizamos la cantidad de oxígeno espirado y la cantidad de dióxido de carbono que se ha producido es posible conocer el gasto total de energía que utiliza el cuerpo humano para mantener sus funciones biológicas.
400 calorías por noche
Existen algunos estudios que ya han realizado este cálculo: así, por ejemplo, una mujer de 30 años y 50 kilos de peso puede quemar alrededor de 400 calorías durante el sueño, es decir, el equivalente a 100 gr de azúcar, mientras que un hombre de la misma edad puede llegar a quemar 600. Estas cantidades son similares en las edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, pero a partir de esta edad el metabolismo se ralentiza y los valores empiezan a ser inferiores.
Cómo influye la dieta nocturna
Sin embargo, también existen determinados factores que condicionan el gasto energético corporal durante la noche; por ejemplo, la dieta nocturna y cenar demasiado tarde. Para favorecer el consumo de energía al dormir debemos consumir una dieta alta en fibra y baja en grasas, que contribuya a favorecer la calidad del sueño, reduzca las interrupciones del descanso y ayude al cuerpo a alcanzar la fase REM, el momento en el que mayor consumo de calorías se registra. De la misma forma, si cenamos pronto podremos contener los niveles de azúcar en sangre y contribuiremos a que nuestro cuerpo queme más energía.
Dormir sin ropa
Existen otras recomendaciones que contribuyen a quemar energía durante la noche. Entre ellas se encuentra el uso de pijamas muy ligeros e incluso el descanso sin ropa. Cada vez que dormimos desnudos, nuestro cuerpo detecta un déficit de calor y utiliza la grasa corporal para generarlo.
Horas de sueño
En este consumo de energía nocturno también influye el número de horas de sueño que aprovechamos: los expertos destacan que es imprescindible dormir al menos siete horas al día porque la falta de sueño afecta de forma negativa al metabolismo. De hecho, esa ausencia de descanso adecuado es una de las causas de sobrepeso porque al dormir menos horas el cuerpo tarda más tiempo en quemar las calorías que destina a conservar energía, hecho que provoca una desaceleración de la actividad metabólica. Y, por último, la falta de sueño activa la generación de grelina y leptina, hormonas que estimulan el apetito.
Por supuesto, en las horas de sueño también entra en juego la superficie sobre la que descansemos, por lo que recomendamos surfear entre las muchas opiniones online del sector para dar con la cama ideal.
Como puedes comprobar, aunque la cantidad de calorías que se pueden quemar con un sueño reparador no es excesivamente alta, sí sirve para indicar la importancia que tiene el descanso nocturno para tu salud y para tu actividad biológica. El complemento a este descanso debe venir de la mano de un equipo de descanso adecuado. En el caso de parejas, por ejemplo, un colchón 135×190, os permitirá disfrutar de la amplitud necesaria para dormir a pierna suelta.