Lamentablemente para muchos, salir a correr no radica solo en tener ganas o sentir una motivación, ya que a veces hay cuestiones que resultan ajenas a una persona e incluso a la sociedad. Al leer esto seguro pensarás en las lluvias. Y sí, son un claro ejemplo. Sin embargo, en este caso, tiene que ver con un interrogante cada vez más frecuentado en regiones como Canarias: ¿Se puede correr con calima?
La calima consta de un fenómeno meteorológico que se caracteriza por la presencia de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla e incluso arena en suspensión en el aire. En consecuencia afecta a las personas que circulan al aire libre y mucho más aún a quienes corren o realizan actividad física, ya que estas últimas son las que exhalan e inhalan un flujo de aire mayor.
¿Cuáles son las recomendaciones respecto a correr con calima?
Primero que nada, la calima no es algo grave o que ponga en riesgo la salud de la sociedad en su conjunto. Por ello no hay autoridad sanitaria alguna que prohíba correr con calima. No obstante, las condiciones desfavorables del aire no pasan inadvertidas, sino todo lo contrario. Así, las recomendaciones más importantes son las siguientes:
- Intentar continuar haciendo vida normal
- Llevar adelante especiales cuidados para los bebés, ancianos y personas muy alérgicas o que presenten patologías pulmonares
- Deben cuidarse y, si se puede, evitar salir a la calle individuos con broncoespasmo o con patologías cardiorespiratorias
- Para los runners se aconseja intensificar la actividad de gimnasio (por ejemplo, correr en la cinta)
¿Sirve la mascarilla con este clima?
Debido a la reciente experiencia de la pandemia de Covid-19, son muchos los que se preguntan si la mascarilla inhibe los efectos del aire de mala calidad de dicho clima. La respuesta no puede ser precisa, dado que los expertos mantienen diferentes opiniones.
Sin embargo, hay una (clara) conclusión al respecto: por un lado, la mascarilla puede impedir la inhalación total de las partículas; es decir, funciona como una suerte de filtro. Pero, por otro, trae otras complicaciones. ¿Cuáles? Pues, las limitaciones que ya se conocen y que, de hecho, explican por qué la mascarilla no era obligatoria para running, actividades físicas e incluso dentro de los gimnasios o centros deportivos.
Características de la calima
En múltiples ocasiones te hemos mencionado el factor psicológico como una clave importante para llevar a cabo una actividad y afrontar un desafío. En este sentido, y aunque parezca que carece de vínculo, es necesario que comprendas cómo la colima afecta, más allá de la mala calidad del aire.
Concretamente, la intromisión de polvo proveniente del Sahara hace que el cielo se tiña de naranja. Esto implica casi por defecto un contexto particular. Al observarlo a simple vista y saber tanto de qué se trata como qué es lo que hay en el aire impacta en la faceta psicológica.
De esta manera, aunque estés en óptimas condiciones, correr con ese clima ya no será lo mismo que con un día soleado, nublado e incluso fresco. Ah, y si eres alérgico, padeces broncoespasmo fácilmente y eres de los que presta atención a la calidad del aire, peor aún.
Posibles consecuencias de este fenómeno
Las razones fehacientes por la que los expertos recomiendan a ciertas personas evitar correr con calima radican principalmente en las experiencias de los últimos años. Es que algunas de las consecuencias que ocasiona son las siguientes:
- Irritación en las vías respiratorias
- Irriración y picor de ojos, los cuales además se ponen rojos y lagrimean más fácilmente
- Agudización de síntomas en quienes sufren asma o bronquitis
- Molestias y hasta dolor de garganta
- Sensación de malestar general
Se trata de todos inconvenientes que, junto con sus agregados o derivados, complican no solo el running, sino también todo tipo de actividades cotidianas.