¡Qué mal acostumbrados nos tenia Kipchoge! Cuantas mañanas me había despertado a primera hora para poder todas sus victorias y logros.
Estos logros, desde bajar de las 2 horas en el reto INEOS hasta el récord del mundo en Berlin 2018, eran simplemente el sello de Kipchoge. Nada fuera de lo habitual cada vez que competía…hasta el día 4 de octubre en el Maratón de Londres.
Quedó octavo en el Maratón de Londres de 2020, con un tiempo de 2:06:49, el segundo peor de su carrera. No venció, pero no ha terminado derrotado.
Muchos titulares aparecieron arremetiendo contra Kipchoge y su supuesta «humillación» en esta prueba. En general son medios poco especializados, esos que confunden el atletismo con salir a correr o que animan a todas las personas (sin importar su condición fisica) a correr un maratón.
Se equivocan al confundir un mala carrera de Kipchoge con una humillación o una derrota. Eliud no tenía nada que demostrar en esta carrera, porque lleva muchos años haciéndolo.
A pesar de todo, la sonrisa de Eliud desapareció

Que sea probablemente el mejor maratoniano de la historia no quita la realidad que se vivió en el Maratón de Londres 2020.
Desde el comienzo, Kipchoge mostraba un gesto serio, y en pocas ocasiones mostraba aquello que más le caracteriza: su sonrisa.
Aunque en los primeros kilómetros y hasta poco antes del kilómetro 35 se pudo ver a Kipchoge con el grupo de cabeza, este iba a remolque y no tuvo la garra que mostraba en otras ocasiones.
Intentó cambiar en alguna ocasión, pero siempre dentro del grupo, sin ser capaz de despegarse de ellos.
Finalmente, tras la sensación de ir sufriendo demasiado, se descolgó del grupo principal sin tener la oportunidad de reengancharse.
La edad, el nuevo recorrido, la baja a última hora de Bekele, la calidad del resto de corredores…Todos estos factores pudieron afectar al récord del mundo de maratón.
Por primera vez en muchos años la sonrisa de Eliud Kipcohge desapareció…