Seguramente pocos relacionan los nombres de Philip Boit y Henry Bitok con atletas de clase mundial, pero estoy convencido de que por los nombres ya intuyes que son atleta kenianos y, además, los protagonistas de un surrealista experimento de Nike basado más en el marketing que en el mundo deportivo.
En el año 1996 Nike seleccionó a Philip Boit y Henry Bitok para un proyecto que buscaba demostrar que los atletas kenianos eran el ideal del deporte y que si su rendimiento era excelente en campo a través también se podía extrapolar este al esquí de fondo.
Desde los años 60 los atletas de Kenia dominaban en las pruebas de campo a través y Nike vio un filón para que en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1998 se creará un equipo keniano de esquí de fondo.
250.000 dolares se gastó Nike en la dura preparación de dos años en los cuales tanto como Philip Boit y Henry Bitok sufrieron las inclemencias del clima al pasar de una temperatura de 40 grados en Kenia a vivir bajo cero en Helsinki, el lugar de entrenamiento elegido.
Durante el periodo de entrenamiento en Helsinki, tanto Philip Boit como Henry Bitok sufrieron lesiones en la piel, la pérdida de varias uñas y numerosas caídas. Pero eso no era lo importante, lo importante era que 2 atletas provenientes de Kenia, donde la nieve es inexistente, pelearían entre ellos para conseguir la única plaza que ese país tenía para competir en la modalidad de 10 kilómetro de esquí de fondo.
¿Cómo terminó la ambiciosa campaña de Nike con Philip Boit y Henry Bitok?
Finalmente se demostró que el experimento de Nike no era viable. La marca fracasó estrepitosamente en su objetivo de conseguir traspasar el poderío keniano en las pruebas de fondo al esquí.
Philip Boit consiguió clasificarse para los JJOO de Invierno celebrados en Nagano en 1998. En la prueba de esquí de fondo llegó en último lugar, 20 minutos después de que el vencedor, el noruego Bjørn Dæhlie, cruzara la línea de meta.
[Tweet «Philip Boit fue un producto del brutal marketing de Nike…»]
Después de Nagano 1998, Nike acabó con el contrato de Philip Boit y este se vio abandonado a su suerte por una marca que creía en él como un producto de marketing y no como atleta.
A pesar de ello, Philip Boit acabó compitiendo también en los JJOO de Invierno de 2002 y 2006.
Fuente: Olympic.org