¿Cómo afrontar una lesión de rodilla cuando se es corredor?

Tabla de contenidos

Correr es un deporte completo y saludable, pero no está exento de lesiones. Las lesiones de rodilla son habituales cuando se entrena en exceso, no se descansa lo suficiente o se corre siempre por superficies duras como el asfalto.

Durante un año me encontré totalmente parado por una lesión en el tendón rotuliano, por lo que se lo angustiante que es encontrarte lesionado y sin poder correr.

Puedes sufrir cualquier otro tipo de lesión en la rodilla cuando corres, pero el proceso de recuperación no es muy diferente, pues en todos ellos requiere de tratamiento por parte de un especialista, descanso y mucha paciencia.

¿Qué consejos te daría a la hora de recuperarte de una lesión de rodilla si corres?

Hay unas preguntas que te estarás haciendo si ahora sufres una lesión. Estas preguntas también me las hice yo en su momento. Si hubiera sabido lo que se ahora seguramente me habría recuperado antes.

1. ¿Cómo recuperarte de la lesión?

Lo más importante es diagnosticar correctamente la lesión. Si tienes seguro médico lo primero que debes hacer es solicitar cita con un médico deportivo para que valore el tipo de lesión, donde está localizada y cual es la gravedad de esta.

Te será de utilidad...  ¿Por qué deberías visitar al fisio una vez al mes?

No es lo mismo sufrir una tendinitis que una rotura de menisco, por lo que es fundamental conocer que está fallando.

Para recuperarte de una lesión de rodilla y continuar corriendo tendrás que guardar reposo e ir visitándote con el especialista para que mantenga un control de la lesión.

Si la lesión es muscular o de tendón podrás ir movilizando la zona a través de ejercicios de movilidad articular, ya que sería contraproducente mantener un descanso completo. Lo más adecuado es un descanso activo, donde puedas ir incorporando progresivamente ejercicios de fortalecimiento.

2. ¿Cómo evitar una recaída tras una lesión?

Los mayoría de problemas a la hora de recuperarte de una lesión ocurren durante el período de vuelta al entrenamiento.

Durante esta etapa es normal que cada vez que salgas a correr sientas molestias en las rodillas, pues la lesión está en proceso de curación y los músculos y articulaciones deben volverse a acostumbrar al impacto.

Esa sensación de molestia nunca debe impedirte terminar el entrenamiento, ni producir dolor después del mismo. Si te duele debes parar inmediatamente.

Te será de utilidad...  Metabolismo basal: que es y porqué te interesa saberlo

Para evitar volver a caer lesionado en el proceso de adaptación es necesario que la carga sea progresiva. Corriendo primero 10 minutos a ritmo lento para comprobar como responde el cuerpo a este estímulo.

A medida que pasen las semanas podrás añadir más duración al entrenamiento e incluso correr a ritmos ligeramente más rápidos. Todo esto teniendo en cuenta que nunca, después de un entrenamiento, el dolor debe aumentar.

Durante todo el período de adaptación es recomendable mantener una rutina de ejercicios de fortalecimiento de las piernas para acelerar la recuperación.

3. ¿Cómo mantener la motivación durante una lesión?

Cuando te lesionas no sabes el tiempo que estarás sin correr. En el mejor de los casos en un par de semanas ya estarás entrenando con normalidad, pero también puede pasar que no vuelvas a correr en meses. Esto desgasta mucho mentalmente.

Enfrentarte a esta situación negativa y no perder la motivación es una dura prueba, pero puedes aprender a gestionarlo.

Te será de utilidad...  Síndrome de dolor femororrotuliano ¿Cómo evitarlo?

Lo importante es pensar que esta lesión es temporal. Tarde o temprano volverás a correr y en menos tiempo del que piensas estarás corriendo con normalidad.

Por otro lado, estar lesionado te da tiempo y perspectiva para ver cuales han sido las causas. Quizás estabas entrenando en exceso, corriendo más rápido de lo que debías o te habías olvidado de cosas tan importantes como la hidratación o la alimentación correcta. Conocer las causas te ayudará a evitar lesiones en el futuro.

También te puede preocupar la pérdida de forma física durante este periodo de tiempo. Es cierto que estar dos o tres meses sin hacer deporte hará que pierdas gran parte de la forma física que tenias hasta entonces, pero recuerda que el cuerpo tiene memoria, y que en unos meses puedes llegar a una forma física similar a la que te encontrabas antes de una lesión.