Correr abrigado para quemar más calorías se ha convertido en la solución de aquellas personas que quieren perder peso lo antes posible. Esta solución deja de serlo cuando se demuestra que lejos de adelgazar, correr con mucha ropa es perjudicial.
Aunque correr con exceso de ropa provoca que tu cuerpo sude más, eso no significa que estés perdiendo grasa sino agua.
El problema de correr abrigado para quemar más calorías
Al pesarte después de correr 1 hora abrigado hasta arriba te sorprender al ver que has perdido mucho peso. Has perdido peso, tienes razón, pero no has adelgazado. Lo que has perdido ha sido agua y puedes estar muy deshidratado.
¿Has escuchado hablar de la termorregulación? Es un mecanismo que tiene el cuerpo para regular su temperatura y la sudoración es una de las herramientas que utiliza. Si corres muy abrigado y quieres adelgazar te estás equivocando gravemente. Correr de esta manera no solo afecta a tu rendimiento sino que pone en peligro tu vida.
[Tweet «No confundas perder peso con adelgazar…»]
Correr abrigado para quemar más calorías consigue justamente el efecto contrario. Al correr tan tapado la temperatura de tu cuerpo aumenta, este deja de transpirar adecuadamente y a mitad de entrenamiento te encontrarás mareado y sin energía. En el peor de los casos serás víctima de un golpe de calor.
Aunque esto es una realidad, aún se puede ver como muchas personas corren abrigadas en pleno mes de agosto. Incluso he visto corredores con papel film alrededor de su barriga. Este último acto se traduce en alergias cutáneas que son muy molestas.
Para correr siempre es mejor menos que más. Hasta en los meses más fríos del año puedes entrenar con camiseta y pantalón corto. Durante el entrenamiento la temperatura corporal aumenta, y por ello deja de ser necesario correr tan abrigado.
De una vez por todas toca desterrar el mito de que correr abrigado quema muchas más calorías.