Lo que de siempre habia sido correr se convirtió en los años 60 en jogging, después entre los 70 y 80 ya pasó a llamrse footing. En el siglo XXI la sociedad ha dado un paso y correr se acabó denominando running. Detrás de esta moda hay mucho movimiento económico, desde grandes marcas hasta pequeñas tiendas online que luchan por posicinarse en Internet para conseguir ventas. El gran negocio del running ha alcanzado a grandes y a pequeños.
El negocio del running es palpable a todos los niveles e incluso tú estás inmerso en este, ya sea como consumidor o como persona que da un servicio relacionado con el running. Esto no me lo invento, sino que en una jornada en la prestigiosa Universidad Pompeu Fabra dieron datos sobre el negocio del running.
Entrenadores, tiendas online, fisioterapeutas, páginas web de distinto calado e incluso un blog personal como este ayuda y fomenta el crecimiento del negocio del running.
Leyendo entre líneas en el gran negocio del running
Que un deporte como correr haya generado tantos intereses a su alrededor es una buena noticia, no hay que negarlo. El boom del running ha generado un aumento de las ventas de ropa y zapatillas deportivas, una solicitud mayor de servicios de fisioterapia, podologia y medicina deportiva, ha creado más puestos de trabajo y muchos más entrenadores pueden vivir, o sacarse un extra, con la enseñanza de este deporte.
El negocio del running es eso, un negocio y como tal cada cual busca el sitio que cree que le pertenece. Esta creencia, la de sentirse el elegido para ganarse la vida con el running, ha provocado que muchos pseudoentrenadores, masajistas que se llaman a sí mismos fisioterapeutas o personas que malvenden sus servicios quieran ser el centro de atención, desplazar a los profesionales debidamente preparados y ejercer una actividad que por titulación y experiencia no les corresponde.
El negocio del running ha hecho saltar a la luz el intrusismo profesional, un intrusismo de aquellas personas que quieren llevarse un trozo del tan jugoso pastel que ha engordado el negocio de correr.
Parece ser que cualquier persona que corre está capacitada para entrenar a otros, que por saber que músculo es el que le duele ya es un especialista en fisioterapia y que, como no se puede competir de tú a tú con los verdaderos profesionales, se revientan los precios dejando servicios que tienen un coste estándar a precios de risa.
Es triste y vergonzoso, pero somos nosotros quienes fomentamos estos inconvenientes del negocio del running. Cuando vayas a un fisio asegúrate de que es bueno y tiene la titulación, huye de los entrenadores multimarca, esos que igual te entrenan para correr un maratón como para patinar, ir en bici o ser culturista. Si quieres entrenar con un profesional el más profesional debes ser tú y recurrir a un club o a un entrenador atletismo.
Lo bueno del negocio del running
El negocio del running no sólo ha sacado el lado oscuro anteriormente descrito, sino que ha logrado que correr sea entendido como algo más que un deporte: es una forma de vivir la vida.
Desde el maratoniano que acumula cientos de maratones en sus piernas hasta el novato que sueña con correr una carrera popular de 5 kilómetros son parte de esta visión.
Los corredores somos muy diferentes pero todos tenemos algo en común: amamos lo que hacemos.
[Tweet «Inevitablemente todos formamos parte del negocio del running»]
Que la moda del running se haya enraizado en la sociedad no es perjudicial hasta cierto punto, ya que por una parte es un filón económico y por la otra crea una comunidad muy grande que aún sin conocerse se siente muy identificada con sus miembros.
Todos nosotros gastamos nuestro tiempo y dinero en correr. Habrá quien prefiera gastarse 200 euros en unas zapatillas mientras que otros con un par de 30 euros tienen más que suficiente. Esas compras, pequeñas o grandes, son las que hacen que el negocio del running siga vigente y seguro que lo estará por muchos años.
Una última vertiente del negocio del running son los blogs y revistas sobre correr, ¿te acuerdas cuando sólo se vendía la Runners World en formato papel?
¡Cuánto ha pasado de aquello! ahora con tal sólo poner running, revista de correr o consejos para corredores te puedes encontrar con miles y miles de páginas que te dan información, alguna de utilidad y otra no tanto, sobre este deporte.
Como todo tanta masificación tiene su lado positivo y negativo que con el negocio del running se acrecienta. Muy buenos contenidos se pierden en la red mientras que otros, de calidad más que cuestionada, aparecen en las primeras páginas.
Blogs como Palabra de Runner, Locos por correr y Wangconnection, por poner unos ejemplos de páginas que sigo, son de lo mejor que puedes encontrar por la red y no siempre tienen la repercusión que se merecen. Puedes pensar que elogiar a la competencia es tirar piedras sobre mi tejado, pero más que competencia son como esos corredores que no conoces los que peleas los últimos kilómetros para luego fundirte en un abrazo.
Quiero saber que piensas: ¿cuál es tu opinión sobre el negocio del running?