Somos lo que comemos, y lo que ingerimos antes de correr nos da la energía suficiente para llevar a cabo el entrenamiento. Muchos corredores saben esto, pero olvidan la importancia de recuperar nutrientes una vez terminado el ejercicio, especialmente si ha sido intenso. Es tan importante comer después de correr cómo hacerlo antes.
Tras el ejercicio el cuerpo necesita con urgencia recuperar toda la energía pérdida y no hacerlo compromete tanto la recuperación como la asimilación del entrenamiento.
Comer después de correr: un obligado en el corredor
1 o 2 horas antes de correr es preciso ingerir carbohidratos de asimilación lenta para que de manera progresiva vayan convirtiéndose en glucosa en el organismo. Después de correr, ocurre justo lo contrario: apremia volver a recuperar esa glucosa perdida tras los largos kilómetros.
Por ello, hay que comer después de correr alimentos que tengan una alta asimilación, para así recuperar la energía lo antes posible.
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Entre estos alimentos destaca principalmente la fruta. Es adecuado comer fruta después de correr ya que por una parte aporta azúcares naturales y también te ayudará a hidratarte. Hay otros grupos de alimentos, como la bollería, que también tienen carbohidratos de alta asimilación, pero como te habrás dado cuenta son azúcares procesados y es mejor quitarlos de la dieta.
Lo principal es recuperar la energía que el cuerpo ha perdido, pero no hay que perder de vista la recuperación muscular. Tras un entrenamiento duro, se presentan microroturas en los músculos que el cuerpo se encarga de reparar. Para ello es clave el consumo de proteínas después de correr.
Todo esto es adecuado consumirlo durante los 30 primero minutos y 2 horas después comer nuevamente carbohidratos (de asimilación lenta) y proteínas. Recuerda siempre hidratarte después de un duro entrenamiento.
Todo lo que comas se verá reflejado en tu rendimiento a largo plazo.