Cuando empiezas a correr o lo haces después de mucho tiempo sin actividad, te llevas las manos a la cabeza al comprobar que tienes las pulsaciones altas al mínimo esfuerzo que haces. A partir de allí, solo te preocupa bajar las pulsaciones corriendo y mantener una menor frecuencia cardíaca para el mismo esfuerzo.
Lo que te pasa es completamente normal, y es que el corazón es un músculo que también se entrena, por lo que después de tanto tiempo sin correr ni 1 kilómetro, las pulsaciones te subirán rápidamente.
Lo bueno de esto, es que con entrenamiento puedes volver a conseguir mantener unas pulsaciones bajas.
¿Es mejor tener las pulsaciones altas o bajas?
Se escucha mucho decir que lo mejor es mantener unas pulsaciones bajas y esto es cierto, pero con algún pequeño matiz.
Unas pulsaciones bajas en reposo (por debajo de 60 ppm) es señal de que el corazón está entrenado, que es más grande y que con menos pulsaciones reparte mayor volumen de sangre por el organismo. Es decir, al tener el corazón un mayor volumen, no necesitará esforzarse tanto para mantener el flujo sanguíneo adecuado en cada momento.
Cuando hablamos de pulsaciones bajas corriendo se relaciona con los rodajes aeróbicos, al 60-70 de tu FC máxima, y nunca en los entrenamientos de intensidad.
En estos últimos sería un problema si tu corazón no fuera capaz de aumentar las pulsaciones, ya que serían incapaz de mantener los ritmos elevados por falta de aporte de oxígeno a tus músculos.
Por lo tanto, las pulsaciones bajas están relacionadas con los momentos de descanso o con los rodajes completamente aeróbicos, y son en estos últimos donde puedes conseguir bajar las pulsaciones corriendo.
¿Cómo bajar las pulsaciones corriendo?
Conseguir unas pulsaciones bajas mientras corres requiere de tiempo y de mucho entrenamiento.
La forma en la que conseguirás bajar tus pulsaciones corriendo es con los entrenamientos aeróbicos. Aquellos entrenamientos de una duración media o larga en la que no se produce fatiga y el gasto de energía proviene de los carbohidratos y grasas, junto al oxígeno, es decir, en el umbral aeróbico.
Estos entrenamientos son las tiradas largas o los rodajes aeróbicos, y es recomendable que incluyas por lo menos dos sesiones en la semana de entrenamiento.
La frecuencia cardíaca en estos entrenamientos suele rondar entre el 60 y el 70 % de la frecuencia cardiaca máxima y los ritmos son suaves.
Si esto lo haces de manera habitual, con los meses verás como tus pulsaciones se reducen de forma considerable.