El running es una actividad muy benéfica para el organismo y la salud en su integridad. Así, no sólo sirve y marca un antes y un después positivo en lo físico y cardiológico, sino también en otras facetas y para el largo plazo. Te mostramos cómo correr ayuda a la vejez, tanto a retrasarla como a sobrellevarla mejor.
Es importante aclarar que envejecer no implica solamente percibir cambios físicos y limitaciones; la cabeza (más precisamente, lo mental y psicológico) desempeñan un rol muy importante.
¿Cuáles son los beneficios del running para la vejez?
Está claro que correr en la tercera edad es benéfico y, de hecho, se encuentra avalado por diferentes especialistas. Sin embargo, el desafío radica en comprender que no debes llegar a dicha instancia para hacerlo; tienes que comenzar lo antes posible.
Concretamente, el running ayuda mucho durante el proceso de vejez. Y los beneficios más importantes los podríamos resumir de la siguiente manera:
Físicos
Es el más evidente y del que más se habla. Correr una, dos o más veces a la semana fortalece y tonifica los músculos. ¿Cuáles? Principalmente los de las piernas, ya que son los que realizan el mayor esfuerzo y los que permiten que te impulses hacia adelante.
No obstante, hay otros músculos que, aunque pasan más inadvertidos, también ejercen un rol relevante; por ejemplo, los del abdomen. Pese a que cuesta creerlo, en dicha zona realizas importantes esfuerzos para mantener el equilibrio.
Psicológicos
Tal como su nombre lo indica, no los puedes observar a simple vista. Quizás tampoco sientes la diferencia, pero correr consta de un momento mucho más valioso que permanecer tranquilo en tu casa o aburrido.
Está comprobado hasta científicamente que quienes corren mejoran su estado psicológico. ¿Consecuencia? Se sienten más motivados y hasta felices consigo mismos y con más ánimo para realizar todo tipo de actividades, entre ellas trabajar.
Asimismo, correr ayuda a mejorar la autoestima, algo clave para el desenvolvimiento cotidiano. ¿Cuántas veces te ha sucedido de intentar encarar un desafío y no poder por falta de voluntad? Bueno, se trata de cuestiones psicológicas que afectan considerablemente a una persona.
Sociales
Un poco en paralelo a lo descrito anteriormente, la faceta social es una de las más importantes para el día a día. Es la que posibilita interactuar con las personas, organizar salidas, programar reuniones, intercambiar opiniones con compañeros de trabajo, fortalecer vínculos y rendimientos grupales, etc.
¿Sabías que cuando una persona está muy angustiada tiende a aislarse socialmente? Esto no solo no ayuda a resolver problemas, sino que además ocasiona otros. Y si involucra al estudio o trabajo las consecuencias serán aún peores.
Inmunológicos
Cualquiera sea tu estado general, fortalecer tu inmunología te permitirá todo lo siguiente:
- Lograr afrontar y vencer cualquier enfermedad o patología, tanto leve como grave
- Reducirás tus probabilidades de contraer virus y bacterias, o al menos que estos te afecten mucho
- Extenderás la esperanza de vida, además de que evitarás la atrofia muscular y sus respectivas consecuencias
En síntesis, y respondiendo al interrogante inicial, es cierto (y así lo demuestran diversos estudios y experiencias) que correr ayuda a la vejez. Además, es importante aclarar que va más allá; es decir, te beneficia tanto de joven para llegar mejor a dicha etapa como durante la tercera edad, en la que tus probabilidades de contraer enfermedades y empeorar tu salud son mayores.
A su vez, todo lo descrito explica también por qué es esencial realizar actividad física desde pequeño; puede ser fútbol, basquet, voley, hockey, natación, etc. No solo running. Cuéntanos: ¿Qué deporte practicas tú y con qué intensidad? ¿Qué resultados sientes que te proporciona?