Al llegar el verano no son pocos los que huyen de las grasas como si las cargasen el diablo, parece que el consumo de grasas es algo muy malo para la salud y que no nos va a aportar ningún tipo de beneficio. Lo cierto es que las grasas juegan un papel muy importante en el corredor de fondo y que si un consumo excesivo no es saludable, su déficit tampoco nos va a ayudar a mejorar nuestro rendimiento en carrera. Antes de culpar a las grasas de esos kilos de más habría que entrar a valorar que es lo que estas aportan y si de verdad son tan perjudiciales como dicen.
Las grasas no son nuestras enemigas
Cuando corremos largas distancias nuestro cuerpo consume carbohidratos y en pequeña proporción grasas. Cuando afrontamos un maratón, va a llegar un punto en el que la glucosa se va a acabar y el cuerpo tendrá que conseguir energía de la quema de las grasas de nuestro organismo, es por ello que es importante su consumo.
Con esto no quiero decir que el consumo de grasas deba ser exagerado, para nada. Ya que las grasas que se utilizan en un maratón están muy por debajo del porcentaje de grasa que tenemos almacenado (15% de manera general). Si hacemos el cálculo, este 15% de 70 kg son nada más y nada menos que 10,5 kilogramos de grasas, lógicamente el consumo de grasas es un maratón es muy inferior a este.
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Entonces, ¿es este 15% un porcentaje demasiado alto para correr? Depende.
Con este porcentaje de grasas en el cuerpo podemos correr sin ningún tipo de problemas, pero tiene una relación inversa con el rendimiento. A más porcentaje de grasa menor rendimiento deportivo, ya que todo el peso de más es un lastre que debemos arrastrar durante kilómetros y al ser grasa no nos aporta ningún tipo de beneficio de fuerza.
De igual manera, un porcentaje bajo de grasa (7-8%) es lo que vemos en muchos corredores de élite y es sinónimo de mejora de la velocidad en carrera y del rendimiento. En el ejemplo anterior, un 7% de grasa en una persona de 70 kilos equivaldría a 4,9 kilogramos de esta.

Como se puede ver la diferencia es considerable, ya que esos 5,6 kilos de diferencia no aportan otra cosa que no sea peso extra y ese peso nos resta velocidad.
¿Hay que reducir el porcentaje de grasa?
Aquí caeríamos en un error, ya que si bien es importante tener un porcentaje de grasa adecuado no es nada saludable dejar bajo mínimos este.
Las grasas nos protegían del frío hace miles de años y aunque ahora no cumplan esa función hay muchas otras que se pueden ver resentidas si los niveles son bajos:
- El cuerpo puede entrar en un modo reserva. El organismo quiere sobrevivir a toda costa, y si ve que el porcentaje de grasas es demasiado bajo ahorrará toda la energía posible para garantizar su supervivencia.
- Bajarán los niveles de testosterona. Ligado al punto anterior, el cuerpo tiene que ahorrar energía y la producción de esta hormona bajará.
- El sistema inmunológico se debilitará.
Tener un porcentaje elevado de grasa en nuestro organismo es el causante de muchas enfermedades en nuestra sociedad (obesidad, infartos, cáncer…), ademas de reducir nuestro rendimiento en este deporte. Pero un porcentaje de grasa bajo no es lo más recomendado a no ser que se lleve un buen control nutricional por parte de un profesional.
Referencias
Problemas derivados de tener un porcentaje de grasa bajo