El running implica, además de obtener múltiples beneficios, una gran exigencia durante un importante rato. Por esta razón, un buen precalentamiento antes de correr resulta más que necesario; sobre todo si tu objetivo es realizar un trayecto largo o con una intensidad que hace rato no desarrollas.
Cabe destacar que, así como para algunos se trata de algo imprescindible, para otros es una pérdida de tiempo. Concretamente, depende mucho de a qué estés acostumbrado. También de lo que necesitas y de lo que mejor te hace.
Consejos para llevar adelante un buen precalentamiento antes de correr
En cualquier caso, el precalentamiento previo a correr será benéfico, pero siempre y cuando se haga de la mejor manera. A continuación, te facilitamos algunos tips para lograr esto último.
- Comienza con una carrera suave: en lugar de concebir el precalentamiento y el running como dos cuestiones separadas, compleméntalas a partir de correr lento y suave durante unos minutos para luego sí hacerlo rápido e intenso
- Estira tus músculos: aprovecha ya sea la carrera suave o caminata intensa para estirar los músculos (sobre todo los de las piernas). Además, conseguirás entrar en calor y prepararlos para lo que se viene
- Prioriza un calentamiento de base: más allá de que la actividad posterior sea correr, intenta trabajar todos los músculos y partes de tu organismo para lograr mayor efectividad
- Ve de menor a mayor: cualquiera sea la acción que lleves a cabo para precalentar, recuerda empezar suave y aumentar el ritmo de forma progresiva
- No abuses del precalentamiento: hay quienes desean prepararse tanto que se autoexigen en el precalentamiento y, en consecuencia, rinden menos luego. Tienes que evitarlo dado que, en lugar de beneficiarte, te terminarás perjudicando
¿Cuáles son los beneficios de realizar un precalentamiento?
Pese a que para muchos pasa inadvertido, un precalentamiento es benéfico tanto para tu organismo como para tu mente. Se trata de algo necesario por las siguientes razones:
- Te adaptas más fácilmente a la exigencia posterior: aunque creas que te cansará más, en realidad es al revés; precalentar posibilita prepararte para responder mejor ante la alta exigencia. Tal es así, que ningún deportista inicia una competencia sin un calentamiento previo
- Reduce tus probabilidades de lesiones: tus músculos arrancan mejor preparados, por lo que las probabilidades de desgarros e incluso lesiones graves son mucho menores. De hecho, esto ayuda al inconsciente al momento de efectuar diferentes movimientos y saltos
- Tus músculos responden más fácil y mejor: en paralelo a lo anterior, un mismo paso largo, salto o corrida a toda velocidad de una punta a otra se hará de manera más fácil y efectiva
- Ayuda a controlar mejor la respiración: debido a que comienzas la actividad intensa más adaptado, el hecho de estar a la altura de la circunstancia te hará sentir menos nervios, realizar un esfuerzo un tanto menor y, por ende, controlar mejor la inhalación y exhalación de aire
Los reflejos y movimientos, también claves
El precalentamiento sirve también para mejorar los reflejos y la coordinación; ¿Recuerdas la frase “lo importante no es la cantidad, sino más bien la calidad”? Bueno, de eso se trata.
Concretamente, si corres siete kilómetros de forma adecuada y correcta, los efectos positivos serán mayores que si son 10 kilómetros con errores. Las personas suelen competir a partir de cuánto corrió cada una, pero lo importante, en realidad, radica en otra cuestión.
Todo esto que te mostramos y facilitamos te ayudará notablemente a desarrollar un buen precalentamiento antes de correr. También, claro está, a evidenciar resultados aún más óptimos; por ejemplo, quemar una mayor cantidad de grasas, calorías y bajar de peso.