El pueblo rarámuri: los mejores corredores de ultradistancia

Tabla de contenidos

Lo bonito de la carrera a pie es que muestra como todas las personas tienen su lugar guardado en esta, algunas de estas personas lo tienen por mérito propio, pero en otros casos viene impuesto por una genética providencial. Si la tribu Kalenjin es la madre de los grandes corredores de fondo del Valle del Rift, del pueblo rarámuri descienden los corredores más resistentes del planeta, viéndolos competir incluso en la prueba del maratón en algunos JJOO.

Este pueblo está hechos para correr largas distancia. No es raro ver a participantes de este pueblo competir en competiciones de ultradistancia, vestidos de una manera tradicional y sin utilizar el calzado que se consideraría adecuado para la prueba.

Los orígenes del pueblo rarámuri

El pueblo rarámuri está presente en el estado de Chihuahua, en México. Concretamente este milenario pueblo vive en la Sierra Madre Occidental. La orografía del lugar donde están asentados es una razón de peso por la que los raramuris son los corredores más resistentes del planeta.

Este pueblo permaneció relativamente aislado durante la Conquista de América y a consecuencia de ello sufrió un escaso mestizaje que se tradujo en mantener la etnia viva. Además, dicho aislamiento produjo que los rarámuris se desplazaran cientos de kilómetros para ponerse en contacto con otras tribus.

Te será de utilidad...  400.000 corredores eligen el Maratón de Londres 2019

¿Cómo entrenan los rarámuris?

En la sociedad occidental es impensable que los mejores corredores de fondo no dediquen toda su vida a entrenar duro para prepararse para la competición. En los rarámuris esta regla no se aplica, ya que sus propios hábitos son suficientes para conseguir que rindan de una manera impecable en las pruebas de ultradistancia. Los rarámuris no tienen planes de entrenamiento estructurados pero aún así consiguen ser los corredores más resistentes.

Dedicados al cuidado de ganado, pueden recorrer más de 50 kilómetros en un día. En ellos se enfrentan a desniveles que superan los 1000 metros y todo ello les produce una increíble adaptación al ejercitarse a tanta altura.

Un individuo del pueblo rarámuri es delgado, musculoso y resistente, con una capacidad aeróbica privilegiada que le permite correr largas distancias sin terminar exhausto o con falta de oxígeno.

Este pueblo no entrena, pero aún así destacan en la ultradistancia.

[Tweet «Así son el pueblo que tiene los corredores más resistentes»]

Te será de utilidad...  21 personas mueren en ultramaratón en China

Las competiciones de los rarámuris

El pueblo rarámuri tiene entre sus tradiciones la Carrera de la Bola, una competición ancestral en que los integrantes de este pueblo compiten entre sí lanzando una pelota de madera con los pies hasta que llegan a la meta. Como curiosidad, en ocasiones estas competiciones llegan a durar hasta 48 horas, por lo que los rarámuris están acostumbrados al ejercicio físico durante un tiempo prolongado.

De unos años atrás hacia ahora los rarámuris han aparecido a nivel internacional en determinadas carreras de ultradistancia. El caso más recordado es quizás el de Lorena Ramirez, la corredora rarámuri que fue invitada a un trail en Tenerife pero debió abandonar a mitad de competición por las fuertes molestias que sufría en la rodilla. Antes de esto se había alzado como vencedora en el UltraTrail Cerro Rojo, en México, tras correr 50 kilómetros con un gran desnivel en 7 horas y 20 minutos.

En las competiciones los corredores rarámuris llaman mucho la atención por su vestimenta. Ellos no entienden la razón por la que deberían calzarse unas zapatillas para correr, o de porque deberían llevar ropa técnica. No lo entienden pero es que tampoco lo necesitan.

Te será de utilidad...  Fallece Roger Bannister, el primer hombre en correr la milla por debajo de 4 minutos
huaraches rarámuri
Con este calzado los rarámuris compiten contra corredores con zapatillas con amortiguación

Los rarámuris corren con una vestimenta tradicional y los ya famosos huaraches, siendo estos los responsables de que tengan una técnica tan perfecta que les hace no golpear el suelo, sino rozarlo suavemente.