Los 400 metros es la prueba más larga de la velocidad y por ello una de las pruebas más exigentes que existen. Aprender a cómo correr 400 metros es una tarea para la que se necesita experiencia y entrenamiento.
Te vamos a dar algunos consejos sobre cómo correr 400 metros lisos y que disfrutes de esta distancia tan mágica.
Antes de ello, te explicaremos conceptos claves de la carrera de 400 metros.
¿Qué son los 400 metros?
Los 400 metros es una prueba de atletismo que se celebra en pista, tanto cubierta como al aire libre y es una prueba de velocidad.
Los atletas salen desde los tacos y deben hacer una vuelta entera en la pista, todos ellos corren por su calle asignada y si se salen de esta son descalificados.
Una diferencia considerable con lo que pasa en pista cubierta, donde los atletas salen por su calle, y es a partir de la segunda curva, o 150 metros, donde se incorporan en la calle libre, corriendo todos en la misma calle y en grupo.
Aunque se puede pensar que es una prueba en la que correr a tope desde el primer metro hasta el último, lo cierto es que no es posible y es necesaria una buena resistencia para terminar la prueba.
¿Cómo es la estrategia para correr los 400 metros lisos?
Ahora que ya sabes de que trata, te vamos a contar cómo correr 400 metros. Te daremos consejos para aplicarlos en la estrategia de tu próxima carrera.
Lo mejor es dividir la prueba en partes de 100 metros, en cada una de ella deberás actuar de una manera determinada.
Los primeros 100 metros
Cuando estés en los tacos de salida tendrás que concentrarte lo suficiente para salir rápido, sin perder ni un segundo entre el disparo y tu salida. Eso si, hacerlo demasiado pronto te puede conllevar la descalificación, por lo que es fundamental practicar las salidas en los entrenamientos.
Lo que corras los primeros 100 metros te va a marcar el resto de carrera, por lo que aquí se trata de salir muy rápido, pero sin quemar toda la energía. ¡Recuerda que no es un 100 ni un 200!
Del 100 al 200
Del 100 al 200 viene la fase de mantenimiento. Estas saliendo de la curva, si corres en aire libre, o entrando en la siguiente, si corres bajo techo, y de lo que se trata es de mantener el ritmo con el que has salido.
Si eres incapaz y sufres un bajón es que has salido demasiado rápido.
Del 200 al 300
Como no puedes mantener el mismo ritmo elevado en toda la carrera, del 200 al 300 viene una etapa de “relajación”. Se trata de no seguir apretando el ritmo e intentar no perder mucho en esta parte, con el objetivo de llegar con energía en los últimos 100 metros.
Si quieres saber cómo correr 400 metros lisos sin cometer errores debes aprender uno de las comunes que pasa en esta fase: la de seguir apretando el ritmo.
Si has corrido desde el 100 al 300 a tope, llegarás a la última recta sin energía y el resto de rivales te superarán.
Recta final
En la recta final de la carrera de 400 metros lo único que te queda por hacer es apretar los dientes y dejar en la pista toda la energía que llevas dentro de ti.
Aquí es importante no forzar la postura e intentar llevar la técnica de carrera lo más pulida posible.