Cinco hábitos saludables para correr

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Al leer este título seguro pensarás “¿Cómo se puede hablar sobre hábitos saludables para correr si esta actividad es siempre muy benéfica para el organismo?”. Bueno, en realidad no es tan así; el running solo podría resultar insuficiente si fumas, ingieres grasas de manera excesiva, etc.

Concretamente, no debes concebir correr como un rato que implica trasladarte alrededor de un trayecto hasta completarlo y luego descansar. A continuación, te mostramos cinco hábitos saludables para correr que debes realizar para percibir grandes beneficios.

Mantén una alimentación sana

Si corres para perder grasa, bajar de peso, fortalecer tu sistema y actividad cardiovascular y mejorar tu resistencia, entonces ingerir a diario alimentos sanos resulta imprescindible.

En caso contrario, imagina practicar running para cumplir los objetivos mencionados y llenar a tu cuerpo de grasa y aumentar de peso y el nivel de colesterol. Correrás para luego echar a perder lo logrado, lo que implicará también una pérdida de tiempo y hacer esfuerzo para nada.

Recuerda que alimentación sana refiere principalmente a una dieta en la que combinas todo tipo de comidas con bajas calorías, grasas y otras sustancias o químicos malignos.

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Bebe al menos dos litros de agua diarios

Beber un promedio de dos litros de agua diarios resulta esencial para la correcta digestión y desenvolvimiento cotidiano del organismo. Recuerda que debe ser una acción cotidiana y no sólo para las jornadas en que practicas running.

No obstante, agua refiere en muchos casos a líquido, y este último puede ser, por ejemplo, una bebida isotónica. Esta última es muy recomendable luego de correr o de realizar otras actividades físicas de alta intensidad. También a los refrescos y otras gaseosas que se aconseja evitar o consumir la menor cantidad de veces posible.

Estira después de correr

Quizás este hábito te haga pensar “¿Qué vínculo tiene el hecho de desarrollar acciones saludables con que mis músculos se estiren luego de correr?”. Justamente, esto último es imprescindible para evitar lesiones o complicaciones que te impidan practicar running cada cierto lapso de tiempo.

Concretamente, si tu músculo hizo un importante esfuerzo y se está volviendo más fuerte y resistente, estirarse le permitirá concretar la mejora. También mantenerse óptimo para responder cuando lo exijas.

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Así como tú necesitas descansar luego de un día intenso para recargar energías y poder desenvolverte igual en la siguiente jornada, el músculo necesita ser estirado. ¿Para qué? Para recuperarse rápido y concretar una evolución favorable.

Lleva adelante un plan de entrenamiento progresivo

Si quieres progresar e ir mejorando en todo sentido, tu nivel de entrenamiento debe aumentar de forma progresiva. Es decir, si una semana corres 10 kilómetros, a la siguiente tienes que hacer 12, luego 14 y así sucesivamente.

En cambio, si incrementas la distancia e intensidad repentinamente tendrás mayores probabilidades de ser menos efectivo e incluso lesionarte.

Prioriza la calidad en lugar de la cantidad

En paralelo al hábito anterior, correr dos veces por semana de manera correcta y eficiente será mucho mejor. ¿Por qué? Porque proporcionará resultados más positivos que hacerlo todos los días, exhausto y con dolores musculares.

A su vez, y si de progresar y mejorar tu nivel se trata, recuerda ser paciente y comprender que los logros requieren de tiempo para que los beneficios sean evidentes. De todos modos, la constancia y el cumplimiento de objetivos resultan imprescindibles.

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Estos hábitos saludables para correr te permitirán percibir un antes y un después muy positivo. Así, te sentirás orgulloso de ti mismo, elevarás tu autoestima y encararás tu día a día de la mejor manera.
¿No es acaso lo que tanto anhelas?