Desde luego que no todas las zapatillas de running son iguales, pero salvo las diferencias entre marcas, las partes de una zapatilla de correr son siempre las mismas.
Independientemente del tipo de zapatilla para correr, estas están formadas por el upper, la mediasuela y la suela.
El diseño de cada una de estas partes varía en función del tipo de zapatilla y lo que se busque conseguir con esta.
Upper, mediasuela y suela: las partes de una zapatilla de correr y su utilidad
Tres son las partes principales en las que se dividen las zapatillas de correr, y de las características de estas depende la calidad de la zapatilla.
Upper
El upper de una zapatilla de correr es la parte superior de esta, que recubre los dedos así como los laterales y la zona del talón.
Las partes del upper son:
- Cordones: deben ser ligeros pero resistentes. A su vez tienen que ajustar el pie sin generar excesiva presión.
- Lengüeta: ayuda a evitar la presión de los cordones en el empeine.
- Puntera: reforzada en la zona de los dedos para darle una mayor protección a estos y ajustar las zapatilla al pie.
- Collar: está localizado alrededor del tobillo y sirve como sujeción, así como para evitar rozaduras. Está hecho de materiales blandos y acolchados.
- Refuerzos: tanto en el talón como en los laterales cumple la función de proteger el pie.
- Ojales: los ojales están en la parte superior y es por donde pasan los cordones. Tienen que ser lo suficientemente amplios para que los cordones pasen sin problemas.
- Malla: la malla recubre toda la parte superior de la zapatilla de correr y cumple con una triple función. Le da sujeción al pie, es fundamental para la transpiración y es impermeable.

La parte superior de la zapatilla muchas veces no es tenida en cuenta por los corredores, considerando que su función es más estética que técnica. Nada más lejos de la realidad, el upper de una zapatilla de correr no solo marca el diseño, sino también la protección y la comodidad de estas.
Mediasuela
La mediasuela es esa parte de la zapatilla a la que le debes dar las gracias por la amortiguación, estabilidad y respuesta que te proporciona en cada zancada.
Además de proteger del tacto del suelo, la mediasuela está compuesta por un material específico que es diferencial en cada marca. Actualmente cada marca tiene la mediasuela creada de un material único que les ayuda a diferenciarse entre ellas.







La función de amortiguación es básica, ya que evita que el impacto se traduzca en daños en huesos y articulaciones.
La mediasuela también engloba el drop de la zapatilla, que no es otra cosa que la diferencia de altura que hay entre el talón y la punta. Lo más habitual es que este sea entre 8 y 10 mm y que a más elevado sea el drop, más se impactará con el talón y no con la parte media del pie.
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Suela
La calidad y el tipo de suela es lo que determina el agarre. No es lo mismo una zapatilla pensada para el entrenamiento que unas zapatillas para correr en pista sin clavos.
La suela de las zapatillas para correr está diseñada con surcos para mejorar el agarre contra el suelo.







En el caso de las zapatillas de trail, la suela incorpora unos tacos de una determinada altura para mejorar el agarre en terreno irregular.
Por último, si compites en pista con clavos, el diseño de las zapatillas con clavos incorpora clavos de diferentes medidas que permiten correr en el tartán más rápido y con mayor estabilidad.
Sabiendo esto, aquí tienes las zapatillas para correr más vendidas en este momento:



























