El sueño es desde hace décadas una cuestión mucho más compleja que la cantidad de horas que duermes dada la importancia que posee para tu organismo y su funcionamiento cotidiano. Así, la cantidad de horas que debes dormir antes y después de correr para obtener resultados óptimos continúa siendo motivo de debate.
Dormir bien y sus beneficios múltiples
Dormir alrededor de ocho horas diarias ayuda a fortalecerte en todo sentido. ¿Qué significa esto último? Pues, en el caso del running, tus músculos, ligamentos y distintas partes de tu cuerpo podrán desenvolverse y rendir mejor.
A su vez, otra gran ventaja de dormir bien que se evidencia notablemente al correr es que fortalece el estado de ánimo. De este modo, contarás con mayores probabilidades de realizar movimientos más correctos, ejercitar con más intensidad y, claro está, beneficiar la actividad muscular y cardiovascular.
Como si fuese poco, estar descansado te permitirá sentir más ganas de correr, lo que contribuirá luego a esforzarte más fácilmente, algo clave para conseguir muy buenas performances.
Entonces, ¿Cuántas dormir antes y después de correr?
Esta pregunta resume de alguna manera el gran debate que persiste al día de hoy entre especialistas. Por un lado, si ese mínimo de 8 horas diarias sirve también para la alta exigencia debido al esfuerzo que -por defecto- implica correr durante un rato una determinada distancia.
Por otra parte, ¿Qué pasa si la última noche duermo 10 horas y luego de correr sólo 6? ¿Me alcanza porque compenso o siempre resultará insuficiente?
Se trata de incógnitas que abundan en la mente de las personas jóvenes y adultas y que incluso carecen de una respuesta exacta como consecuencia de dos razones:
- El contexto y las circunstancias le afectan distinto a cada uno
- No existen al día de hoy grandes certezas al respecto.
De todos modos, la conclusión es la siguiente: si para realizar cualquier actividad cotidiana se recomienda un promedio de ocho horas diarias, entonces para correr (es decir, algo de mayor esfuerzo) nueve horas o más será mucho mejor.
Dormir poco dificulta los procesos y hasta reduce sus posteriores beneficios
Un estudio desarrollado por científicos en Australia y Singapur determinó que, para realizar actividad física profesional o que requiere de gran esfuerzo, cada media hora extra de sueño resulta clave.
Concretamente, el estudio se llevó adelante con ciclistas y triatletas, quienes se sometieron a distintas pruebas de resistencia tras haber dormido la noche anterior entre 6.30 y 7 horas, luego 8 y por último entre 8.30 y 9.
Así, sus rendimientos mejoraron notoriamente al dormir más, lo que demuestra la importancia del buen descanso previo a correr o realizar otras actividades físicas.
Dormir bien después de correr, ¿También es importante?
Por lo descrito anteriormente, si estás obligado a dormir bien sólo una noche, debes priorizar la anterior a correr, pero hacerlo en la siguiente también es necesario. ¿Por qué? Pues, la recuperación óptima y eficaz de los músculos y ligamentos y de todo lo óseo y cardiovascular es imprescindible para continuar con los rendimientos y resultados positivos.
Además, dormir poco a diario posibilita un mayor desgaste general y, por ende, un aumento de probabilidades de lesionarte y empeorar tu estado físico. Dicho esto último, no es necesario aclarar las consecuencias que genera descansar mal en el mediano y largo plazo.
Más allá de la cantidad de horas diarias que debes dormir antes y/o después de correr, todos los especialistas y estudios coinciden en que ocho es lo adecuado. Si puedes más, mucho mejor, pero es esencial que evites dormir poco y mal tanto para running como para todo tipo de actividades cotidianas (estudio, trabajo, paseo, etc.)