El flato al correr consta de un dolor abdominal que surge como consecuencia de la práctica del ejercicio físico y que, como tal, resulta molesto. Su aparición se debe a diversas causas como, por ejemplo, una sobreexigencia o algún mal movimiento que afectó al músculo, entre otras.
Conocida también como dolor de caballo, es muy frecuente tanto en jóvenes como en adultos (incluye a hombres y mujeres). A continuación, te mostramos de qué se trata concretamente, cómo prevenirlo y cómo combatirlo en caso de padecerlo.
Razones que explican el flato al correr
Para empezar, no existe una teoría 100% precisa respecto al principal motivo que origina el flato mientras corres. Sin embargo, hay diversas razones que lo convierten en un inconveniente más habitual de lo que la mayoría de las personas piensa.
Insuficiencia de sangre en el diafragma
Está claro que el esfuerzo que el running requiere implica mayor bombeo y circulación de la sangre. En este contexto (y más si sucede de manera repentina), el diafragma necesita un mayor flujo sanguíneo.
Así, si este último resulta insuficiente, entonces dicha restricción afecta a los músculos que forman parte de los procesos que el diafragma realiza. ¿Consecuencia? Aparición de dolor y fatiga.
Movimientos inadecuados de los ligamentos
Esta teoría surge no tanto por estudios, sino más bien por un razonamiento lógico por parte de las personas que padecen el flato. Imagina que te encuentras realizando ejercicio físico y de un momento a otro empiezas a sentir dolor en el abdomen. ¿Qué es lo primero que piensas? “Uh, seguro hice un mal movimiento o un sobreesfuerzo”.
No obstante, los estudios que muchos especialistas han analizado determinan que el problema radica exactamente en los ligamentos que unen el estómago con el diafragma. Y que los primeros se tiran hacia abajo y que eso (algo anormal dado que no debiera ocurrir) es lo que produce luego el dolor tan molesto y hasta preocupante.
Roces constantes entre el estómago y el peritoneo
La sobrecarga en el estómago ocasionada por el propio esfuerzo de la actividad física (en este caso, el running) genera el roce con el peritoneo. Este último consta de una membrana pequeña y sensible que se irrita fácilmente durante los periodos de exigencia y que produce dolor.
¿Por qué el flato afecta más a determinadas personas que otras?
Por todo lo descrito, seguro te preguntarás por qué o de qué depende si tú lo padecerás más o si no te sucederá nunca. Los especialistas sostienen que la postura al correr y la curvatura dorsal son claves. Cuanto mayor sea esta última, más probabilidades tienes de sufrir el flato al correr.
En este sentido, otro dato muy llamativo es que las experiencias demuestran que los más jóvenes son quienes más lo sienten y padecen cuando, en realidad, cualquiera imagina que es al revés.
Consejos para evitar el flato al correr
Más allá de detenerte cuando sientes dolor o presionarte la zona, lo más importante es evitar el flato. Para ello debes seguir los siguientes consejos:
- Fortalece la zona de media de tu cuerpo con ejercicios y tablas abdominales
- Evita hacer ejercicio luego de comer, dado que el estómago requiere de más sangre y, ante la imposibilidad de concedérsela, aumentará las probabilidades de que padezcas dolor
- Bebe dos litros de agua diarios, pero a pequeños sorbos
- No ingieras alimentos con alto contenido en grasa y fibra
- Inclina la espalda hacia adelante y no hacia atrás cuando te esfuerzas para correr
El flato al correr no es tan grave y carece de grandes consecuencias a futuro. Sin embargo, resulta esencial impedir que surja para poder correr y completar tu rutina de manera óptima.