El running, a simple vista, puede parecer una actividad sencilla, pero quienes se dedican a esta disciplina saben que existen muchos matices y variables que influyen en su desempeño. Así, el entrenamiento fartlek desempeña un rol protagónico. Cada corredor es único, y encontrar el plan de entrenamiento adecuado es esencial para alcanzar el máximo potencial y mejorar o mantener el nivel que todos los aficionados desean.
En esta búsqueda de la fórmula perfecta, surge el término fartlek, una palabra de origen sueco que significa juego de velocidad (traducido al español, claro) y que muchos corredores consideran la clave del éxito.
¿Qué es concretamente el entrenamiento Fartlek?
Este tipo de entrenamiento, desarrollado por el entrenador sueco Gösta Holmér, es una técnica que se ha mantenido relevante a lo largo del tiempo. Holmer, un medallista olímpico y responsable del equipo sueco de cross-country, lo ideó para combinar velocidad y resistencia en un solo programa de entrenamiento.
A lo largo de los años, se han desarrollado diversas modalidades de fartlek, con una particularidad: todas comparten la misma esencia que es la variación de ritmos durante una carrera continua.
Uno de los enfoques más comunes del fartlek se basa en el tiempo. En lugar de basarse en la distancia recorrida, se estructura en función de minutos. ¿Cómo? El corredor alterna entre períodos de carrera suave y momentos de alta intensidad durante un tiempo. La duración varía según los objetivos del entrenamiento, lo que otorga una flexibilidad valiosa para adaptarse a diversas necesidades.
Asimismo, otra modalidad se basa en la distancia. En lugar de medir el tiempo, busca cubrir una distancia determinada. El corredor alterna entre segmentos suaves e intensos para adquirir una comprensión más sólida de lo que pueden experimentar durante una carrera. Esta variante es especialmente útil para prepararse para un sprint final, ya que ayuda a desarrollar la resistencia necesaria.
¿Cómo influyen el terreno y el contexto?
El terreno también puede ser una variable en el fartlek. En este caso, el runner elige carreras intensas en pendientes y momentos suaves en descensos. La suavidad se refiere a una intensidad menor que la de los segmentos más rápidos. Además, está la posibilidad de agregar superficies para incrementar o reducir la complejidad y mejorar la adaptabilidad de la persona.
Por su parte, y aunque menos frecuente, el entrenamiento fartlek basado en pulsaciones es beneficioso. Requiere un mayor nivel de conocimiento y control de las propias pulsaciones, pero puede ser útil para algunos corredores. Al igual que en otras modalidades, implica alternar entre segmentos de baja y alta intensidad basados en las pulsaciones cardíacas.
¿Cuáles son los mayores beneficios de este entrenamiento?
Los beneficios del entrenamiento fartlek son notables. Y ya no se trata de una teoría u opinión de experto, sino de algo que se ha podido comprobar. Los más importantes son los siguientes:
- Mejora la resistencia al aumentar la capacidad del corredor para utilizar el oxígeno de manera eficiente y retrasar la fatiga
- Fortalece los músculos y, si se realiza en terrenos con elevación, ofrece un mayor fortalecimiento
- Contribuye a la prevención de lesiones al preparar al cuerpo de manera constante y adaptable
- Representa una herramienta de aprendizaje muy valiosa. ¿Por qué? Porque registrar cómo se siente en cada momento de la carrera, cómo se respira y cómo se pisa el suelo, entre otras.
- Permite tomar decisiones informadas durante una competencia y ajustar el ritmo según las circunstancias y evolución
En resumen, el entrenamiento fartlek es un enfoque versátil que puede beneficiar a corredores de todos los niveles. A través de la variación de ritmos, deviene en importantes ventajas competitivas, aunque también le sirve a los amateurs o que simplemente practican running por hobbie.