Todo en esta vida tiene un principio y un final. Nuestros inicios en este deporte se deben a diferentes factores que nos modelan día a día. Algunos empezaron desde niños corriendo en pista, otros creyeron que el atletismo era la manera de bajar esos kilos de más o de llenar el vacío dejado por algo en la vida, algunos más no han puesto un pie en el tartán nunca pero aún así son corredores.Somos conscientes de nuestros inicios, ¿pero cuando colgaremos las zapatillas para siempre? ¿Cuándo sera el último día que correremos en la vida ?
El último día que correremos en la vida
Esto es un hecho, llegará un día que no podremos salir a correr nunca más. No sabemos cuando será ese día, pero está claro que llegará.
Muy pocos son los que a una edad avanzada tienen la suerte de disfrutar de este deporte (¡admiro a todos aquellos que lo hacen!). A medida que van pasando los años, nuestro cuerpo se vuelve más lento, más débil y se recupera peor de los esfuerzos.
A todos los que sentimos esto como una forma de vida nos puede inquietar cuando será el último día que correremos en la vida. Vivimos esto con pasión y demostramos el amor hacia este deporte en cada entrenamiento, en cada sacrificio que hacemos, en cada marca que batimos…¿Que seríamos sin poder salir a entrenar cada semana?
[Tweet «El último día que correremos en la vida ¿cómo te sentirías?»]
Lamentablemente el paso de los años no perdona a nadie. Pequeños dolores se convierten en dolores insoportables. Molestias que antes desaparecían con descanso te acompañan día a día.
Pensamos que cuando no podamos correr no seremos nosotros mismos, que una parte de nuestro ser se habrá quedado en ese cajón junto a unas zapatillas que tantos kilómetros han recorrido y ahora están llenas de polvo en el olvido.
El último día que correremos en la vida será un día gris, un día en que nos demos cuenta del daño que puede hacer el paso del tiempo, de cómo en el camino de la vida estamos llegando al final. Pero también es un día para recordar todo lo que hemos hecho gracias al amor incondicional por este deporte, de sentirse orgulloso de esos madrugones para entrenar, de esa valentía de enfrentarse a los último kilómetros, de haber callado esas voces que nos decían que no lo conseguiríamos.
A pesar de todo esto, hemos de tener en cuenta que hoy no será nuestro último día que correremos en la vida y que, es hoy cuando debemos seguir peleando por nuestros sueños, para no arrepentirnos ese último día.