Hacer ciclismo, además de ser un buen ejercicio, es toda una pasión. Los amantes de las dos ruedas se enfrentan a recorridos que pueden superar con facilidad los 100 kilómetros, y lo hacen sin desfallecer, pedaleando sin parar y sin miedo. Para conseguir esto, no basta con tener un poco de fuerza de voluntad, es fundamental tener una mente muy fuerte, una capaz de resistirse a cualquier tentación de parar por el cansancio.
Se puede conseguir, de hecho es algo que se entrena y se refuerza, como veremos ahora. Porque estamos aquí para ayudarte a afrontar esos pensamientos laterales que surgen cuando el cansancio se dispara, para hacer que seas capaz de mentalizarte y seguir pedaleando. Te vamos a ayudar a mejorar tu fuerza mental para disfrutar del ciclismo al más alto rendimiento.
Cómo mejorar tu fuerza mental en el ciclismo
La mente es uno de los elementos clave para practicar ciclismo. Hablamos de un deporte enormemente exigente, que puede exigir horas y horas recorriendo decenas de kilómetros y, en ocasiones, en las circunstancias más complicadas. Por eso, no basta solo con tener un físico preparado para poder pedalear a buen ritmo durante mucho tiempo y con diferentes resistencias. También hace falta que la cabeza esté en su sitio, que sepa mantener el tipo cuando el cuerpo le pide parar.
El mero pensamiento de detenerse está descartado, al menos hasta que no se pueda seguir o se haya terminado. Para eso, hay que tener una fortaleza mental más que importante, y eso es algo que también se puede pulir. Al igual que cualquier músculo del cuerpo, podemos preparar y entrenar a nuestro cerebro para que sea más fuerte, para que no nos limite cuando entrenamos o lo damos todo sobre la bicicleta.
¿Cómo? Esa pregunta es la clave, y es justo a la que vamos a responder aquí. Estas son las mejores maneras de potenciar la fortaleza mental, de hacer más fuerte nuestra mente para que ni el viento, ni la marea, ni las pendientes más duras puedan detenernos cuando practicamos ciclismo.
¿Has oído hablar del mindfulness?
Seguramente sí, pero quizá lo hayas pasado por alto al pensar que se trata de alguna «magufada» de poca utilidad. Si es así, sentimos decirte que te equivocabas y que deberías echarle un vistazo a propuestas como esta guia para principiantes del mindfulness. El mindfulness se centra en fomentar lo que se conoce como atención plena. ¿Y qué es la atención plena? Volcar todos tus pensamientos en el aquí y en el ahora, centrarte por completo en tu cuerpo y cabeza.
Es algo que te ayuda a eliminar todos los factores externos, que sirve para identificar emociones y sensaciones y dejarlas fluir, pero que también sirve muy bien para gestionarlas. Precisamente por eso el mindfulness se recomienda tanto en el caso de practicar ciclismo. Tu cabeza no se arrastra por lo ajeno y puedes seguir pedaleando, centrándote en llegar a tu destino por muy difícil que sea el camino. Fuera el ruido, dentro la concentración. Es algo esencial.
Confía más en ti mismo
Como afirman en Bicichack, expertos en el mundo de la bici, la autoconfianza es otro factor clave a reforzar para tener una mayor fortaleza mental. Es algo que sale a relucir sobre todo cuando se están en los últimos kilómetros de la etapa planeada, o cuando toca plantar cara a las cuestas más duras. El cerebro tiende a buscar la comodidad, a que nos quedemos en la zona de confort, mandando señales para que paremos y descansemos, intentando que frenemos.
La única forma de romper con esa barrera mental, aparte de mediante la concentración, es teniendo muchísima confianza en las capacidades de uno mismo. Si sabes que puedes y estás seguro de que puedes, no te detendrás hasta lograrlo. Por difícil que sea, lo conseguirás. Así puedes, recuerda depositar un poco más de confianza en aquello que puedes hacer, porque tarde o temprano verás que tus resultados son mejores sobre la bici.
Descansa bien el día anterior
El descanso es fundamental ya no solo a nivel físico, también a nivel mental. Si no duermes lo suficiente el día anterior y no vas en buenas condiciones, ni tu cuerpo ni tu cabeza van a responder como necesitas. Una de las principales claves de una buena fortaleza mental, sobre todo para los ciclistas, es la capacidad de tener un sueño reparador. Esto, desafortunadamente, puede ir ligado a muchos aspectos ajenos a la persona, pero en mayor parte recae sobre sus hombros.
Podríamos decir que esto va ligado incluso a la confianza y al mindfulness, porque al final la capacidad para conciliar el sueño tiene muchas variables de por medio. Sea como fuere, si puedes asegurarte de dormir bien el día anterior a coger la bicicleta, al final podrás rendir mejor en tu entrenamiento o en la etapa. Y eso, por otra parte, hará que te sientas mejor contigo mismo y confíes más en ti. En definitiva, ayudará a que tu mente sea más fuerte y resistente a las tentaciones y logres apretar un poco más las tuercas.
No olvides divertirte
Al final, el deporte nunca deja de tener un componente divertido, y perder esa visión hará que practicar el ciclismo se te complique más. Claro que hay un componente desafiante y adversidades físicas a superar, pero en el fondo tienes que intentar divertirte al máximo en cada sesión de pedaleo que hagas. Lo importante es pasarlo bien, porque así estarás disfrutando al máximo de la experiencia y, si lo enfocas así, te será mucho más fácil conseguir mejores resultados.
El ciclismo también es diversión y, cuanto antes te grabes eso a fuego, más fácil te será enfrentarte a cada entrenamiento a nivel mental. Porque más que una obligación, debe interpretarse como algo con lo que pasarlo bien. Eso activa ciertos mecanismos en el cerebro que eliminan el lastre del deber, de sentirse forzado a hacer algo. Todo lo contrario, se fomenta la sensación de estar haciendo algo que gusta. Que, en el fondo, no deja de ser cierto.