El running es concebido por muchas personas como un gran desafío, lo que implica ir exhibiendo progresos y beneficios. Aumentar cada vez más la dificultad para que el desafío sea mayor es clave. Sin embargo, no todo es 100% útil; por ejemplo, correr con agujetas puede tener sus ventajas, pero también sus contras.
Se trata, una vez más, de algo que eventualmente y en el corto plazo parece muy positivo, pero que más adelante ocasiona inconvenientes. A continuación, te mostramos todo al respecto.
¿Qué son las agujetas?
Las agujetas constan de microrroturas en los sarcómeros que generan rigidez muscular y dolor tras realizar sesiones de entrenamiento. Por lo general, sucede en las fibras musculares un tiempo después de que el cuerpo y sus partes se someten a una tensión y exigencia para la que no están preparadas.
De esta manera, las agujetas (también denominadas DOMS por su significado en inglés: Delayed Onset Muscular Soreness) son más que normales. Sin embargo, no puede ocurrir con gran frecuencia e incluso de forma permanente dado los riesgos que implica a futuro.
Concretamente, muchos se preguntan, “¿Puedo correr con agujetas?”. La respuesta es depende. ¿Por qué? Porque las mismas no contemplan un solo grado o tipo de dolor, molestia y gravedad. Es que… Tienes un daño muscular, por lo que no es recomendable permanecer quieto o en reposo, pero tampoco sobreexigirte.
¿Cómo evitar las agujetas?
Si sabes lo que es correr con agujetas, lo más probable es que tu testimonio sea el siguiente: “Sentía que no se me iban más, por lo que decidí aguantar el dolor y hacer running igual”. Aunque sea comprensible, lo mejor radica siempre en prevenir, y no tanto en cómo combatir el problema.
En este sentido, hay un solo modo de evitar las agujetas (o al menos reducir las probabilidades de padecerlas) y es el siguiente: no te sobreexijas ni realices esfuerzos mayores de lo que estás preparado o entrenado.
No por nada, esto último refiere también a algo que te decimos siempre: comienza a practicar running de manera progresiva y aumenta el ritmo, intensidad y exigencia lentamente.
Claro está que hay otros factores que influirán y que ayudarán a evitar las agujetas al correr:
- Estira antes y después de correr para fortalecer toda la fibra muscular, sobre todo la de las piernas, la cual es la que más se exige al momento de practicar running
- Haz pausas o descansos cuando lo creas necesario
- Prioriza no tanto la cantidad, sino la calidad; es decir, en lugar de correr 10 kilómetros sobreexigiéndote, haz siete de una mejor manera
¿Existe un tratamiento para estas microrroturas?
No; a diferencia de la kinesiología y otros tratamientos para lesiones como roturas de ligamentos y distenciones, las agujetas carecen de uno en especial. De hecho, hay promociones sobre pastillas y medicamentos que aseguran “reducir el tiempo de permanencia”, pero no están avalados por ningún especialista ni organización.
No obstante, lo que no existe es un remedio infalible, pero sí la posibilidad de llevar a cabo un trabajo sistemático y controlado. Este no sólo mejora y reduce el lapso de tiempo que resta para volver a correr con agujetas ya menos molestas, sino que además ayuda a fortalecer toda la zona.
En síntesis, sirve correr con agujetas sólo si de forma leve y mientras no sea con fines competitivos. En caso contrario, lo mejor será que aguardes los días e incluso semanas que sean necesarias con el fin de poder estar 100% óptimo. ¡Sigue estos consejos y conseguirás muy buenos resultados!