El running consta -tal como su término lo indica- de correr de diferentes modos durante un lapso de tiempo determinado en cualquiera de sus variantes. Sin embargo, y más allá de tu objetivo (bajar de peso, fortalecer tus músculos, etc.), hay actividades para complementar el running muy recomendadas.
Se trata no necesariamente de autoexigirte más, sino de complementar la actividad principal (correr). Esto implica dedicar mayor tiempo, pero también percibir y evidenciar mayores beneficios.
Cuatro actividades para complementar el running a menudo
Para empezar, el término actividades incluye tanto deportes como ejercicios físicos. Así, los cuatro que posibilitan complementar adecuada y eficazmente el running son los siguientes:
Ciclismo
¿Has oído/leído alguna vez a personas debatir respecto a si correr es mejor o peor que andar en bicicleta? Bueno, este interrogante de muchos no es casual ya que ambas son complementarias, además de frecuentarse notablemente a diario.
El ciclismo es un deporte de escasa exigencia para las articulaciones, rodillas y tobillos, los cuales requieren de mucho esfuerzo justamente durante el running. Asimismo, son ideales para la actividad cardiovascular y para optimizar el estado físico, por lo que no tienes que pensar en cuál es mejor, sino practicarlos.
Cabe destacar que existen distintos tipos de ciclismo; por ejemplo, el de montaña. En cualquier caso, puedes encontrar similitudes con el running como consecuencia de que ambos se practican de forma individual.
Natación
Si eres corredor o simplemente te gusta salir a correr una vez por semana como hobbie, hacer natación en simultáneo te proporcionará al menos tres beneficios:
- Mejorarás drásticamente el rendimiento aeróbico
- Controlarás de manera óptima la respiración, algo clave para el running
- Aumentarás la resistencia y, al mismo tiempo, reducirás la fatiga tras un determinado tiempo de realizar las actividades
Claro está que el progreso será muy positivo en otros sentidos; por ejemplo, pueden incrementar tu flexibilidad en las piernas para dar mejores pasos y la de tus brazos para acompañar los movimientos.
Yoga
¿La consideras una práctica espiritual al igual que muchas personas? Bueno, estás confundido. ¿Por qué? Porque, si bien el yoga cuenta con un trabajo en la faceta del alma y la mente, sirve también para la flexibilidad muscular. Esta última es muy necesaria para correr sin inconvenientes.
A su vez, el yoga se enfoca en el control correcto y eficaz del sistema respiratorio. Se trata de cuestiones que se conciben como pequeñas y que pasan inadvertidas, pero son muy importantes; una mejor respiración al correr posibilita rendir más, aumentar la capacidad pulmonar y evitar diversos problemas.
Por otra parte, el yoga exige posturas adecuadas cuya aplicación permanente durante el running te inhibirá de contracturas y otros inconvenientes en la espalda.
Rutina de fuerza
Si tu objetivo es correr para quemar grasas y bajar de peso, llevar adelante una rutina de fuerza previa implicará una gran decisión para ti. Concretamente, trabajarás la gran mayoría de tus músculos, además de prepararlos para la siguiente actividad. En consecuencia, tu organismo quemará las grasas más rápidamente durante el running.
Rutina de fuerza es a veces un sinónimo de gimnasio, ya que es allí donde dispones de todos los elementos y recursos para realizarla eficazmente. De hecho, hay quienes la finalizan y luego sustituyen el running en el parque por la cinta. Ambas poseen sus ventajas y también sus desventajas.
Como observarás, hay varias actividades para complementar el running con el fin de potenciar cada una y percibir beneficios al corto, mediano y largo plazo.
Te aconsejamos elegir una y priorizarla, aunque no necesariamente debes practicarla siempre; puedes ir variando con el transcurso del tiempo hasta encontrar la que te otorgue los resultados más óptimos.