Los intervalos constan de un método de entrenamiento para trabajar la velocidad y la intensidad. Así, correr con intervalos es muy frecuente dado que se lo aprovecha para carreras cortas, competencias más complejas y hasta maratones de más de 20 kilómetros.
A su vez, correr con intervalos es recomendable tanto para principiantes como para experimentados y personas que vuelven a entrenarse tras haber padecido una lesión, entre otras.
¿Cómo funciona el running o entrenamiento con intervalos?
Aunque constan de un método tradicional y muy confiable, debes aplicarlos correcta y eficazmente. ¿Cómo hacerlo? Pues, los intervalos tienen que ser cortos e intensos y seguidos por igual tiempo de recuperación; por ejemplo, correr rápido y con fuerza durante tres minutos y luego otros tres más suave para recuperarte.
Cabe destacar que los especialistas suelen denominar a la parte intensa “zona roja”. ¿Por qué? Por lo que representa: hacer el máximo esfuerzo, elevar al máximo las pulsaciones y, en consecuencia, sentirte exhausto.
La cantidad de intervalos a realizar durante tu entrenamiento depende de tus objetivos, necesidades y, fundamentalmente, de tu nivel. Si no eres muy experimentado y sólo deseas trabajar tu físico y fortalecer tus músculos, correr con cinco intervalos será suficiente.
Asimismo, el control de la fuerza es clave para resistir sin inconvenientes, no cansarte antes de tiempo y adaptarte a los diferentes cambios de velocidades.
Beneficios de correr con intervalos
Ahora que te contamos de qué se trata y en qué consiste, te mostramos los cinco beneficios principales de correr bajo esta modalidad:
- Ayuda a mejorar la forma de correr y, por ende, la efectividad de cada entrenamiento
- Con el transcurso de las semanas podrás correr más rápido y con menos esfuerzo
- Aumentarás tu resistencia
- Mejorarás tu coordinación entre mente y cuerpo, un aspecto clave para tu bienestar general y resultados óptimos del ejercicio
- Quemarás más grasas y calorías, lo que devendrá en bajar de peso más rápido y fácilmente
¿Tiene que ser correr todo recto y sin obstáculos?
¡No! Otra ventaja de correr con intervalos es que tendrás la posibilidad de experimentar distintas variantes. Concretamente, puedes optar por las siguientes opciones:
- Correr en una recta plana o con pocas curvas; por ejemplo, en un gimnasio grande o pista de atletismo
- Correr en un espacio más acotado en el que debes frenar repentinamente, girar y volver al punto de inicio; por ejemplo, jardines o campos de juego con 20 metros de largo
- Realizar un trayecto corto, pero con postas, conos a esquivar y elementos a saltar
- Correr dando constantes saltos, moviendo intensamente los brazos e incluso haciendo pasos en el lugar como si estuvieses en una cinta
Consejos a tener en cuenta para desarrollar correctamente los intervalos
Si bien desde pequeños hasta grandes detalles, lo más importante a considerar si vas a correr con intervalos radica en el calentamiento y enfriamiento.
Dada la complejidad del periodo de trabajo intenso para los músculos, calentar previamente resulta esencial; puedes, por ejemplo, llevar adelante una carrera moderada de 10 minutos para calentar y ayudar a prevenir lesiones.
Respecto al enfriamiento, se recomienda caminar lentamente en los últimos 5/10 minutos. ¿Para qué? Para no frenar de manera repentina y poder relajar los músculos, sobre todo los de las piernas debido a la exigencia que ejercieron.
No obstante, reducir progresivamente la intensidad del esfuerzo es necesario también para la actividad cardiovascular. Debes hacerlo tanto al comenzar el running como al finalizarlo.
En síntesis, correr con intervalos proporciona resultados muy positivos. El único requisito para evidenciar dichos beneficios es aplicarlos correcta y eficazmente y tener en cuenta todo los tips mencionados.
¡Hazlo y no te arrepentirás!