Correr por senderos consta de una actividad aventurera en la que encontrarás colinas, arroyos, terrenos y superficies que cambian en todo momento. Todo ello te obliga a estar atento, a no distraerte y, claro está, a vivir algo que va más allá de la actividad del running.
Se trata, además, de una jornada distinta ya que difícilmente encuentres un contexto igual o muy similar para correr cerca de tu hogar. Por ello requiere de varias horas y de contar con elementos básicos como agua, toalla y hasta algún alimento si deseas parar para descansar.
Características y consejos para correr por senderos
Por lo último descrito, evidenciarás que esta modalidad de running es un tanto particular y especial. De todos modos, resulta esencial aprovecharla al máximo para percibir un antes y un después positivo para ti. Para lograrlo debes seguir los siguientes consejos:
No realices trayectos largos
Si deseas correr mucho puedes por senderos, pero no es la idea… No esperes recorrer la distancia a la que estás acostumbrado dado que la intensidad será mayor, al igual que el esfuerzo en los músculos y la quema de grasas y baja de peso.
Además, la imposibilidad de disponer de una recta larga y sin obstáculos devendrá en frenar más y no apurarte. ¿Consecuencia? Un recorrido de cinco kilómetros te demandará más tiempo.
Concretamente, correr por senderos requiere de prestar atención no a los metros o kilómetros, sino al tiempo. Tienes que caminar cada vez que lo necesites, controlar tu frecuencia cardíaca, relajarte un poco en momentos aptos para recargar energías para las subidas y descansar si te sientes muy exhausto.
Alterna entre los terrenos
Otra opción es combinar ambas modalidades; es decir, comenzar por los senderos y realizar el último tramo de tu trayecto por el asfalto. Resultará una combinación muy adecuada que te permitirá primero trabajar concentradamente tus músculos y luego relajarte un poco en un terreno que es habitual para ti.
A su vez, combinar sendero y asfalto posibilita adaptarse a tus necesidades. ¿Cómo? Pues, trabajando con mayor intensidad los músculos, articulaciones y partes que más exigencia requieren y luego moviendo los brazos y mejorando la postura, entre otras.
Utiliza un calzado adecuado para correr por los senderos
Las diferencias entre el estado del terreno en los senderos y el asfalto o el parque al que estás acostumbrado implica que debes usar un calzado especial. Aunque no hay uno específico, es necesario que sea cómodo, grueso y con un agarre superior que se muestre resistente a los terrenos de tierra y césped.
Recuerda también que en el sendero es probable que haya tierra, desniveles y hasta pinches. Así, tu calzado requiere de gran resistencia dado que se arruinará y durará menos tiempo que en otros terrenos.
Presta atención a la postura y a lo que se encuentra en el suelo
La primera es clave debido a que los desniveles y las permanentes subidas y bajadas pueden devenir en un cansancio que hará que flexibilices la espalda o que pises de manera incorrecta.
Por su parte, la segunda se vincula a lo descrito en el consejo anterior. Los senderos de bosques o de lugares ubicados en zonas rurales poseen cientos de miles de objetos propios de la naturaleza que pinchan y hasta cortan si te encuentras descalzo.
Más allá de que llevas puesto un calzado, intenta evitar pisar sectores con agua estancada, tierra mojada o con partes de árboles caídos. En caso de hacerlo, no sólo desgastarás las zapatillas, sino que además podrás pisar mal y caerte.
Si sigues estas recomendaciones, es muy probable que correr por senderos redunde para ti en una experiencia positiva y única más allá de la cantidad de kilómetros realizados. Si puedes, corre de este modo más a menudo y evidenciarás importantes beneficios.