Diferencias entre actitud y aptitud para una competición

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Pocas veces se reflexiona sobre las diferencias entre actitud y aptitud para una competición. Desde que correr largas distancias es una moda, solo influye la actitud a la hora de elegir la carrera en la que competir.

¿Que diferencias hay entre actitud y aptitud para una competición?

La actitud respecto a una competición corresponde al deseo, las ganas de competir en una determinada distancia. Frases como me gustaria correr ese maratón o quiero correr una carrera popular de 10 kilómetros son ejemplos de actitud respecto a una competicion.

No me estoy refieriendo al comportamiento respecto a los otros corredores, sino que enfoco la actitud a esas ganas de conseguir algo que todos los corredores sentimos.

Por otro lado, la aptitud para la competición es la faceta que más interesa y que menos se tiene en cuenta en el running.

Preguntas como ¿Puedes correr un maratón? ¿Estás preparado para debutar en una carrera de 10 kilometros? son las mas clásicas. Aqui no se trata de la voluntad, sino de que tu cuerpo este preparado para esas distancias.

¿Por qué es tan importante la actitud y la aptitud para una competición?

La respuesta sencilla es que aunque quieras correr un maratón tu cuerpo puede no estar preparado para hacerlo. Puedes tener la actitud pero no la aptitud para hacerlo.

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Usain Bolt es el mejor velocista de la historia pero se le complicarían muchos las cosas si quisiera correr un maratón. De la misma manera, Eliud Kipchoge lo pasaría realmente mal y su rendimiento no sería el mismo en una prueba de 100 metros que en el maratón. ¿Sabes cómo te afecta esto a ti, a mi o al resto de corredores?

Los términos actitud y aptitud para una competición son muy importantes pero esta última es la que determinará si realmente consigues un buen rendimiento. Te pondré un ejemplo de como entendí el valor que tiene.

Cuando empecé a correr mi sueño era devorar kilómetros y enfrentarme a pruebas de fondo. Llegué incluso a correr maratones con resultados que me parecían aceptables. No me daba cuenta pero mi cuerpo no estaba preparado para este tipo de pruebas, no tenia la aptitud para esas competiciones.

Continuar por ese camino me produjo una lesión que me tuvo parado cerca de 2 años. En el momento lo lamenté profundamente, pero hoy en día valoro positivamente la lesión que sufrí, porque me ayudó a abrir los ojos.

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Abrí los ojos en la consulta del fisio, el mismo que después se convertiría en mi entrenador. En las primeras sesiones recuerdo que me dijo: tu cuerpo no está hecho para correr maratones. Puedes imaginar mis pensamientos en ese momento, ¿Cómo que no estaba hecho para correr un maratón?¿No es una prueba que tiene esa épica de que todo el mundo puede correr si se esfuerza?

Su comentario me dejó con la mosca detrás de la oreja y bastante molesto, porque yo quería seguir corriendo largas distancias. No me quería creer que tuviera razón, aunque con los años me di cuenta que ese momento cambió por completo mi vida deportiva.

¿Qué pasó cuando me di cuenta que no tenía aptitud para una competición cómo el maratón?

No aceptaba no correr distancias largas pero en el momento que empecé a entrenar con Xavi me di cuenta que esa sentencia sobre el diseño de mi cuerpo para el maratón era una verdad como un puño.

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No estaba preparado para correr un maratón, no solo por falta de entrenamiento sino por falta de genética. Corriendo un 800 en 2:19 era incapaz de hacer un 10.000 en menos de 18 minutos, que es la marca proporcional. Haciendo series largas me quedaba el último de la fila frente a compañeros que no me dejaban atrás en las series cortas. Los rodajes de 5 kilómetros a ritmos rápidos me hacían sufrir más que las series en las que el ácido láctico recorría cada espacio de mi cuerpo. Definitivamente me di cuenta que no tenía aptitud para una competición como el maratón.

[Tweet «No solo necesitas querer, también tienes que ser apto»]

Asi que, a modo de resumen, es fundamental no dejarse arrastrar por la actitud frente a una determinada distancia y valorar más la aptitud, aquella prueba en la que rindes mejor, para elegir la distancia a la que dedicarte. Desde que he hecho el cambio del fondo al mediofondo no puedo estar más contento.