Una medalla finisher es la recompensa a todo el trabajo hecho durante la temporada. Es ese trozo de metal que con orgullo muchos corredores cuelgan de su cuello. La medalla del maratón que durante tanto tiempo has soñado correr eclipsa el momento y hace que lo importante sea convertirte en finisher y en poder colgarte la medalla de finisher.
Te quiero decir que para mi la medalla de finisher tiene un valor cercano a 0, y más teniendo en cuenta que muchos participantes la venden por Internet después de haberla conseguido con, un gran supuesto, sudor. Una medalla de una carrera popular no me aporta nada, acabaría igual de feliz si al llegar a la línea de meta no me dieran detalle alguno.
El exagerado valor de una medalla finisher
Las medallas finisher están sobrevaloradas. Conozco a corredores que lo que más ansían es terminar una carrera donde la medalla sea la recompensa. Tanto es así que haciendo una búsqueda rápida por Google descubrí que las palabras «carreras con medalla finisher» eran tremendamente populares en el buscador.
¿Qué diferencia hay entre correr una carrera donde te den medalla a otra en que no te den nada? Todavía le estoy intentando buscar la respuesta, por eso me animé a escribir este artículo.
Pienso que la recompensa de una carrera popular la recoges en forma de minutos y segundos no en una medalla finisher exactamente igual para cada corredor. Lo único que se es que si termino un maratón o consigo mi mejor marca en 5 kilómetros no necesito un trozo de metal para saber lo que he sacrificado para llegar hasta allí.
Para mi no es importante la medalla que me dan en una carrera popular, quizás lo sería si fuera una medalla de unos JJOO o unos Campeonatos del Mundo. Como soy consciente de que eso es imposible me contento con que cada carrera sea mejor que la anterior.
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La medalla, lo material de la prueba, tiene el valor que cada uno le da. Para mi es un regalo más de la bolsa del corredor, no una recompensa al esfuerzo que he hecho. Porque si la recompensa es proporcional a todas las horas que he sacrificado entrenando, una medalla finisher me sabe a muy poco.
Con todo el sufrimiento que desprendemos de nuestra piel en cada día de entrenamiento ni un millón de medallas de finisher serían suficientes para compensarlo. Por ello, la mejor recompensa en una carrera popular es conseguir tu objetivo deportivo, sea este terminar la prueba o hacer la mejor marca.