En un mundo obsesionado con la competición y la superación personal, el running se ha convertido en una actividad que muchos realizan solo con el objetivo de medirse a sí mismos y a otros. Sin embargo, ¿qué piensas cuando te dicen que el verdadero secreto del running está en correr para divertirse y no para competir? Esto es lo que propone el enfoque del Running Zen.
Se trata de una filosofía que busca transformar la manera en que las personas entienden y disfrutan de esta actividad, la cual cuenta, además, con decenas de variantes. De hecho, si prestas atención a los diferentes parques, no son pocos los que corren y no necesariamente para vencer a alguien.
El efecto de la competición en el running
Es innegable que la competición puede ser una fuente de motivación y desafío en el mundo del running, como así también de otros deportes. Muchos corredores encuentran satisfacción en superar sus propios límites y en compararse con otros. No obstante, cuando se convierte en el único propósito se pierde gran parte del disfrute y esencia.
Concretamente, el Running Zen busca establecer de algún modo que correr no debería ser solo una carrera hacia una meta o un intento de satisfacer el ego. Cuando esto sucede, los entrenamientos se vuelven tediosos y aburridos. La verdadera riqueza radica en la experiencia misma de dicha actividad y en el proceso; no solo en el resultado final.
El peligro de la ambición desmedida, otra de las claves del Running Zen
En la búsqueda de superar límites, a veces se cae en la trampa de la ambición desmedida. ¿Cómo o por qué? Básicamente, se intenta imitar a atletas de élite sin tener en cuenta las propias limitaciones. Ejemplos trágicos como el de Michael Popov, que falleció debido a un golpe de calor en el Death Valley, o el de Teresa Farriol, que sufrió una hipotermia durante una carrera de montaña permiten comprender la importancia del Running Zen.
Este último, además, hace hincapié en el autocontrol. Correr no se trata solo de cuán rápido o lejos puedes llegar, sino también de cuán bien lo puedes hacer y respetando tanto tu cuerpo como tu mente.
Correr para divertirse, la esencia del Running Zen
La esencia del Running Zen radica en correr para divertirse. Cuando te sumerges en la danza de tu carrera y sientes alegría en cada zancada, el deporte se convierte en una experiencia gozosa y enriquecedora.
En este sentido, el doctor George Sheehan, un destacado corredor y filósofo, afirmaba que «la vida sana tiene que ser divertida». Correr debe ser un juego, un proceso, no solo un medio para alcanzar un objetivo.
¿Cómo practicarlo?
Para practicar el Running Zen, debes correr dentro de tu respiración. No te apresures ni te exijas más de lo necesario ya que el esfuerzo no tiene que devenir en dolor, sino ser una oportunidad para disfrutar de las sensaciones y la libertad que te brinda.Asimismo, tomarte las cosas con calma es esencial.
Cabe destacar que el Running Zen es mucho más que un concepto, debido a los beneficios que implica:
-Fortalece tu corazón
-Mejora tu capacidad pulmonar
-Equilibra tu peso
-Tonifica tus músculos
-Revitaliza tu mente
-Te provee energía en lugar de agotarte
En última instancia, el Zen te invita a cuestionar tu motivación. ¿Corres para competir y superar a otros, o para divertirte y superarte a ti mismo? Al abrazar esta filosofía puedes descubrir la verdadera esencia de la actividad física en su totalidad y experimentar sus beneficios de manera más plena y enriquecedora. Recuerda que la exigencia tiene que llevarte al disfrute y no solo al cumplimiento del objetivo de ser el mejor.