Características que debe reunir un corredor de montaña

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Si alguna vez has querido ser corredor de montaña, con las increíbles vistas y paisajes y otras cualidades que solo allí puedes apreciar, entonces esta entrada es para ti. Y, sino, también. Más allá de que lo puedas hacer en alguna ocasión, el running de montaña requiere del cumplimiento de ciertas condiciones no solo para estar más seguro, sino también para disfrutar aún más de la experiencia.

El también denominado trail running carece de gran difusión, aunque no por ello tiene pocas personas practicándolo. Sí es cierto que atrae a personas con intereses eventuales; por ejemplo, querer no salirse por un rato de la rutina, sino vivir una gran aventura una vez al año en lugar de cada semana.

5 requisitos para ser un corredor de montaña

Primero que nada, cuando decimos “corredor de montaña” no nos referimos necesariamente a la condición de profesional, pero sí a poder hacerlo con mayor destreza y seguridad. Aunque son decenas los tips, los más relevantes son los cinco siguientes:

1. Estar 100% concentrado en el terreno

Las irregularidades que el suelo de montaña contiene, sumado a que si pisas o haces algún movimiento incorrecto te puedes caer, te obliga a no relajarte, sino todo lo contrario. Debes permanecer lo más atento posible al suelo; más precisamente, a donde te encuentras pisando con el fin de evitar imprevistos y, claro está, posibles caídas, golpes y lesiones.

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Por otra parte, lo más probable es que dicho terreno sea desconocido para ti como consecuencia de no haber estado nunca allí (o al menos desde hace bastante tiempo). Se trata de la principal diferencia respecto a correr en el parque que se sitúa cerca de tu hogar.

2. Formar ángulos de 45 grados con el cuerpo respecto al suelo

A los principiantes les resulta complejo, pero un corredor de montaña lo realiza casi de manera automática. Esto permite afrontar con el menor riesgo posible los desniveles constantes que se presentan en este terreno. A su vez, impides bloquear las vías respiratorias y vas erguido para no afectar la columna u otras partes.

3. Flexionar tanto los brazos como las piernas al bajar

Ambos tienen que permanecer semiflexionados, al mismo tiempo que se recomienda seguir tres indicaciones:

  • La longitud de la zancada debe ser mayor respecto a la subida
  • El pie debe entrar con el talón y acabar con la punta al pisar
  • El ritmo de la baja no debe ser lento ni tampoco rápido, sino equilibrado para percibir una sensación de control
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4. Contar con el equipamiento necesario

Aunque parece evidente decirlo, no está de más aclararlo… Un calzado cómodo y en óptimo estado junto con un pantalón y remera o camiseta que te sientan cómodas para moverte resultan imprescindibles.

Por su parte, dependiendo de la extensión del trayecto que realices, es necesario contar con una mochila con agua para hidratarte, linterna por si se hace muy tarde y algún dispositivo con GPS por si te pierdes o desorientas.

5. Tener bien entrenados algunos músculos

Por los esfuerzos y movimientos que requiere, un corredor de montaña debe tener entrenados los abdominales y los músculos de las piernas. ¿Por qué? Por un lado, los primeros se contraen cada vez que bajas e incluso al dar pequeños saltos. Por otro, los segundos son los que más se exigen tanto al subir como al bajar, sumado a la tensión que reciben frente al temor de pisar mal y caerte.

Ser corredor de montaña no es sencillo, pero tampoco imposible. Si te gusta la aventura, entonces los entrenamientos y esfuerzos valdrán y mucho la pena para ti. Ten en cuenta todo lo que te facilitamos y percibirás muy buenos resultados.

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