Hace unos años no estaría pensando que llegaría a escribir esta entrada, de hecho aún no tenía ni siquiera este blog. Fue después de correr mi primer maratón cuando decidí hacerlo, para poder ayudar a todos aquellos que empiezan en esto de la misma manera que mucho otros lo hicieron conmigo, y a los que agradezco todo lo aprendido.
No voy a decir que me arrepienta de haber corrido mi primer maratón, pero si ahora se diera la situación sería mucho más consciente de lo que conlleva enfrentarse a esta prueba.
Lo que aprendí al correr mi primer maratón
Corrí mi primer maratón en Barcelona, en el año 2015 (2 años después de empezar a correr enserio). Antes de ese momento, empezaba a brotar en mi un amor hacia este deporte, se convirtió en algo obligatorio de hacer semana tras semana.
No importaba el tiempo disponible, siempre sacaba algo extra para poder entrenar. Es así cómo fueron sucediendo las carreras, pasé de competir en 10 kilómetros para embarcarme en la aventura de una 1/2 maratón.
A medida que esto pasaba mi peso bajaba y me sentía mas fuerte y más rápido. Empezaba a creer en el reto del maratón.
No recuerdo bien el día que me propuse correr mi primer maratón, lo único que se es que estaba confiado en hacerlo.
Ese exceso de confianza causó que corriera mi primer maratón con prisas. No importaban los contratiempos durante el entrenamiento, tenía que correrlo si o si.
Aprendí mucho al hacerlo de esta manera, mi marca (3:44) no era la soñada, seguramente no era ni la mejor marca que podía conseguir en ese momento, pero la impaciencia pudo conmigo.
[Tweet «Las prisas no son tus aliadas en un maratón»]
Desde ese día he aprendido lo siguiente:
- Correr un maratón requiere una buena base de kilómetros: no me refiero solo al plan de entrenamiento específico, sino a años y años de cargar de kilómetros las piernas, de dejar que todo fluya e ir ganando experiencia en distancias menores.
- Para llegar a disfrutarlo es necesario una buen carga de entrenamiento: hay planes para acabar un maratón en los que solo se corren 40 o 50 kilómetros semanales. Creo que son un poco justos. Seguro que tu conoces a muchos con marcas increíbles que no bajan de los 80 kilómetros semanales.
- A partir del kilómetro 30 corres con la cabeza, sino te ha pegado el bajón: es muy bonito decir que para correr un maratón sólo hace falta corazón, motivación…pero la realidad es otra: o llegas con la necesaria fuerza a ese punto kilómetrico o te puedo asegurar que lo pasarás realmente mal.
- Un kilo de más es muy importante: el golpeo contra el asfalto durante toda la competición va a poner a prueba toda la musculatura del cuerpo. Lo que menos conviene es llegar con más peso del se debería, ya que va a aumentar el estrés que sufre el cuerpo.
Estas son algunas de las cosas que aprendí al correr mi primer maratón con prisas, y todo se reduce a eso: no haber sabido esperar al momento adecuado.