Cuando te imaginas un club de atletismo o un grupo de entrenamiento la primera imagen que te viene a la cabeza es un grupo de hombres y mujeres jóvenes, que comparten una pasión y que han nacido todos, más o menos, en la misma generación. En ningún momento se te pasaría por la cabeza que un grupo de entrenamiento esté formado por un gran número de atletas másters y que los jóvenes como yo seamos la minoría.
Seguramente, por no ser capaz de imaginarlo, no tienes la increíble suerte que tengo yo.
Ser atleta máster en una sociedad que no es para viejos
Si en vez de atletismo hablara de lotería podría decir, sin temor a equivocarme, que me ha tocado el premio gordo.
Soy un atleta con suerte y eso que entreno con atletas que me doblan de edad, con atletas que, según algunas estadísticas, cada año que pasa empeoran sus marcas. Esos atletas han dejado atrás sus años dorados de grandes marcas, la edad los ha vuelto más lentos pero mucho más sabios y esa sabiduria resulta ser el 80% de una prueba. Se recuperan peor de los entrenamientos que yo aunque cada día de calidad me ponen contra las cuerdas. Y esto me da que pensar…
España, ni el resto del mundo, no es un lugar para viejos, a pesar de tener a grandes atletas másters en todos los campeonatos que se celebran. La sociedad no tiene en consideración a las personas mayores aunque la tasa de envejecimiento aumenta. ¿Sabes por qué es triste esto? Porque todos seremos viejos, abuelos, personas de la tercera edad, yayos o como te apetezca llamarlo, y seguro que nos gustara seguir corriendo y sentirnos valorados.
Mi experiencia de entrenar con atletas masters
Entrenar con atletas másters ha supuesto para mi un gran salto de calidad, y no solo a nivel deportivo. He mejorado como atleta y como persona al integrarme en un grupo donde las medallas en campeonatos no se cuentan con una sola mano, donde cualquiera de sus miembros, gracias a la experiencia, sienta cátedra cada vez que habla de atletismo.
Es un grupo en el que cada uno de ello ya tiene una carrera en el atletismo, han pasado por momentos a los que todavía ni me he acercado, han sentido en sus pieles miles de alegrías y también de decepciones, saben lo que es caer en un pozo muy profundo y salir paso a paso.
El aprendizaje en ocasiones me supera y es tal la información que intento captar que no puedo abarcar tanto. Cada consejos que recibo por parte de cualquiera de mis compañeros de entrenamiento lo analizo meticulosamente y lo intento integrar dentro de mi. Por que ellos han consumido algo a lo que yo todavía no he llegado: años de experiencia.
[Tweet «La experiencia de los años es fundamental en el atletismo»]
Incluso cuando el que habla no es el entrenador siempre hay algo que aprender, un pequeño detalle que en carrera puede significar mucho. La teoría y las horas de estudio son importantes pero en diferentes momentos pesa más el camino recorrido, y de eso los atletas másters saben un rato.
Los atletas másters son como el diablo, no saben tanto por ser atletas como por ser viejos, pero viejos en el buen sentido, en el de haber pasado años golpeando el tartán, descubriendo sus más oscuros secreto y sufriendo muchas veces en silencio.