Hay un error que por común y grave debería llamarse «El Error», este fallo garrafal es salir muy rápido en las carreras populares. Algunos corredores se olvidan de la gestión del ritmo en carrera y que no es como empieza, sino como acaba una carrera.
Es fácil verlo en corredores novatos que quieren desesperadamente ser «sub algo». Tras el disparo de salida salen como si fueran velocistas y se hubieran confundido de competición, y como ellos acaban fundidos al poco tiempo.
La carrera de estos corredores es agónica, y te puedes llegar a preocupar por ellos si los ves pasar con la lengua fuera, rojos como un tomate y con la cara desfigurada.
Aprende lo que es la gestión del ritmo en carrera
Salir a tope y no tener en cuenta la gestión del ritmo de carrera es un error que a este tipo de corredores pasa factura en la mitad de la competición. Durante el primer tramo pasan orgullosos delante de los otros corredores, autoanimandose de que todo va como lo previsto. Es más, querían ir a 4′ el kilómetro y van a 3:50.
«Mejor, así aún bajo más la marca» deben pensar.
Estos corredores tan inocentes piensan que el ritmo corriendo es lineal, que es algo tan sencillo como coger la autopista y ponerse a 120 con el coche durante horas, y están muy equivocados.
[Tweet «Gestionar el ritmo de carrera correctamente supone el 80% de marca»]
De «El Error» se dan cuenta cuando sus pulsaciones llegan al límite, la boca de reseca y un fuerte dolor en la barriga aparece. Han corrido tan y tan rápido que el cuerpo no es capaz de evitar la caída del rendimiento en picado y ese ritmo de 3:50 se convierte rápidamente en 4:15.
En este momento el corredor tiene la pólvora mojada y por mucho que se exigía avanzar ve como el ritmo no para de volverse más lento. Los corredores que antes había sobrepasado con tanto orgullo le pasan por al lado animandole a que siga adelante, que la meta ya está cerca. Estos saben lo que es la gestión del ritmo durante una competición.
Tras minutos de sufrimiento cruza la deseada línea de meta y el tiempo de su reloj hace que tuerza el gesto. ¡Se le ha escapado la marca por 2 minutos!
La primera reacción de este corredor es convencerse de que debe entrenar más duro, pero lo que no sabe es que hasta que no aprenda que es la gestión del ritmo en carrera le volverá a ocurrir lo mismo.
La gestión del ritmo en carrera marca la diferencia
Esta pequeña historia pasa cada domingo en todos los lugares donde se organicen carreras populares y corredores que pueden conseguir una buema marca no lo hacen por creer que deben salir al ritmo objetivo.
El ritmo en una carrera debe ser siempre de menos a más para poder así mostrar todo el potencial. Salir a un ritmo demasiado alto te va a condicionar durante toda la carrera y vas a malgastar toda la energía que tienes, mientras que si pecas de conservador aún tendrás energia más adelante para recuperar el tiempo perdido.