Soy de los que defiendo siempre este deporte. Para mi, esto es algo más que un estilo de vida saludable, se trata de una pasión y de una manera de vivir. Nunca puede faltar en mi día a día un pensamiento para este deporte. No por ello dejo de ver las grandes mentiras de la carrera a pie. Porque en la vida no hay nada perfecto, y esto no va a ser menos.
Las grandes mentiras de la carrera a pie
Mentiras hay muchas, algunas mas notorias que otras y las restantes son tan poco importantes que son pasadas por alto. Aquí tienes las grandes mentiras de la carrera a pie.
Se disfruta corriendo siempre: no todos los entrenamientos son agradecidos. Hay entrenamientos que lo único que deseas es que terminen y días en los que la motivación no está en su punto más alto. Esto es algo normal, cada día no vas a estar a tope. Tampoco disfrutas cuando te chocas contra el muro y los 7-8 kilómetros restantes parecen infinitos.
Si te sacrificas puedes conseguir lo que te propongas: dependiendo el enfoque esto es una de las grandes mentiras de la carrera a pie. Si por mi fuera, estaría mano a mano con los atletas profesionales para llevarme todas las competiciones que pudiera. Si entrenas duro y te sacrificas vas a conseguir mejorar de manera escandalosa tus marcas, pero si no te acompaña la genética y empiezas con 30 años a correr, es muy difícil conseguir muy buenas marcas.
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Correr no es peligroso: correr es muy peligroso si se hace sin pensar las cosas. Yo defiendo una prueba como es el maratón, pero esta esta muy lejos de ser una prueba saludable. ¿De verdad alguien cree que correr durante más de 42 kilómetros hace bien al cuerpo? Correr durante tantas horas no hace bien a nadie.
Es fácil correr: correr bien es tan fácil como lo es dominar cualquier disciplina. Que todo el mundo pueda correr no significa que todo el mundo lo haga bien. Correr es un arte y por desgracia son pocos los que lo dominan a la perfección. Esta mentira es escuchada sobretodo por personas que no han corrido nunca.