Cuando corremos, los músculos trabajan de una determinada manera que nada tiene que ver con la forma en la que se activan en otros deportes. Trabajar la cadena muscular implicada en correr es fundamental para conseguir un buen rendimiento y reducir el riesgo de lesiones.
Para ello hay que centrarse en ejercicios que reproduzcan el movimiento en carrera y evitar aquellos ejercicios donde el movimiento repetitivo no tenga nada que ver con la carrera.
Las importantes cadenas musculares
Cuando corremos, el cuerpo activa diferentes grupos musculares para efectuar la zancada. A pesar de que cada músculo se activa de una determinada manera, estos están interelacionados.
Durante la carrera, se ven implicados una infinidad de músculos que forman parte de las cadenas musculares que permiten efectuar el movimiento de manera efectiva.
Si se presenta alguna debilidad muscular en esta cadena, el equilibrio se rompe y otros músculos tienen que suplir al débil. Además se produce una descoordinación intermuscular.
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Eso provoca alteraciones en la marcha y un riesgo superior de lesiones.
¿Como trabajar la cadena muscular implicada en correr?
Lo primero que debes saber es que para trabajar la cadena muscular implicada en correr es fundamental tener una musculatura fuerte y compensada. Si no es así, corres el riesgo de que los músculos más débiles cedan el trabajo a los más fuertes.
Las cadenas musculares principales son:
- Cadena muscular posterior: está formado por músculos tales como los oblicuos externos, el erector de la columna, los gemelos, los isquiotibiales y glúteos.
- Cadena muscular anterior: formada por la zona abdominal, tensor de la fascia lata, cuádriceps y tibial anterior(entre otros).
Como puedes ver, muchos de estos músculos (por no decir todos) tienen una relación directa con correr.
Los ejercicios que te permitirán ejercitar las cadenas musculares son aquellos como: